A pesar de los inconvenientes económicos como resultado de la pandemia, Bucaramanga muestra una actividad cultural muy importante. Las universidades realizan encuentros que tienen como fin la presentación de libros académicos y culturales. La feria del libro que se realizó en la universidad autónoma tuvo excelentes resultados. Estudiantes y amigos de la cultura acudieron a los sitios organizados para la presentación y venta de libros. Una de las obras que más llamó la atención fue “El país de las emociones tristes”, de Mauricio García Villegas.
Esta obra, basada en varios investigadores y filósofos, especialmente Spinoza y Darwin es un estudio muy completo sobre los mitos y las leyendas religiosas. Llama la atención la claridad con que desbarata los estudios sobre dioses y mitos con criterios científicos. Igualmente debemos recordar que la ciudad de Bucaramanga mantiene permanentes actos culturales en la Universidad Industrial, la Academia de Historia, el Museo de Arte Moderno, la Udes y otras entidades educativas. Adornan culturalmente a Bucaramanga varias obras de santandereanos. El médico Arnulfo Rodríguez escribió un libro sobre la historia de la medicina, que además de servir como texto de estudio es materia de investigación para todos los aficionados a la lectura.
Augusto Sorzano nos sorprendió gratamente con su obra aquella Bucaramanga. Está muy bien escrita y tiene un estilo coloquial que nos transporta fácilmente a épocas lejanas. El médico Cortés Caballero escribió una biografía sobre un galeno de gran prestigio en la ciudad, le dio como título a la obra “Los albores de la medicina en Santander” y un médico humanista Helio Orduz Cubillos. La próxima semana entregaremos con Blanca Inés Prada una obra que titulamos: “Los griegos, eternos maestros de la humanidad”.
Esta actividad nos demuestra que Bucaramanga ha despertado a la cultura. Recordamos el suplemento literario de Vanguardia que dirigía Clarita de Galvis. Sería interesante que los directivos de esta casa periodística volvieran a hacer esa publicación, que serviría como guía intelectual a nuestra querida ciudad.
Próximamente nos sorprenderá Armando Martínez Garnica con su libro sobre la historia de Bucaramanga. Es el resultado de una investigación muy cuidadosa que alegrará a los sectores intelectuales de la ciudad. Igualmente Edmundo Gavassa prepara una obra sobre el Club Campestre. Pero la juventud no se queda atrás, María Paula Acevedo ha hecho un ensayo muy interesante sobre Tomás Vargas Osorio, célebre escritor nacido en Oiba. Pero para terminar recordemos a Laura Victoria Vera, quien adorna la vida intelectual de Bucaramanga con sus poesías.
