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Gustavo Galvis Arenas
Viernes 16 de noviembre de 2018 - 12:00 PM

La asamblea constituyente

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A medida que pasan los años nos encontramos con diversas estrategias políticas que tienen como fin convencer a los ciudadanos de que los resultados son benéficos para el pueblo. Cuando la posesión del presidente Duque, en medio de gran solemnidad y con diplomáticos de muchos países, apareció el presidente del senado un señor de apellido Macías, quien con voz de barriada la emprendió contra el ex presidente Juan Manuel Santos. Su diatriba estaba en contradicción total con las palabras del presidente Duque. Después de la ceremonia los miembros del llamado Centro Democrático se reunieron en un sitio seguro para reírse del espectáculo Macías.

Ahora, cien días después, el mismo Señor Macías propone en el congreso que se realice una asamblea constituyente con el fin de aprobar las leyes que tienen dificultad y tratar de transformar el país. La historia de las asambleas constituyentes en Colombia es breve. La primera se desarrolló en el siglo XIX cuando en la constitución de 1853 se autorizó por medio de leyes la creación de los estados. Era la constitución llamada centro federal. Por medio de una ley se autorizó la creación del estado de Santander y la convocatoria a una asamblea constituyente. Ahí empezó a hablarse de nuestra región con el apellido del hombre de las leyes. La asamblea constituyente funcionó en la ciudad de Pamplona y allí surgió la nueva entidad territorial. Luego, la asamblea se trasladó a Bucaramanga, ahí terminó la constituyente y la capital del estado quedó en el Socorro.

La propuesta del Señor Macías es una estrategia de quienes quieren acabar con las conquistas democráticas. Por ejemplo, la Corte Constitucional es como “la joya de la corona”. La jurisprudencia de la Corte Constitucional es de excelente contenido jurídico. No podemos echar por la borda una conquista porque un magistrado, el señor Pretel, ha incurrido en conductas reprochables. Desde Hans Kelsen con el Tribunal Constitucional de Viena, hasta las cortes en todo el mundo, han funcionado con verdadero respeto al derecho. Parece que lo que quieren es crear un tribunal único con magistrados nombrados por el Presidente de la República y así centralizar el poder en una sola persona. Por otro lado, la tutela es una gran conquista, se acercó la constitución a los ciudadanos. La estrategia está muy clara y constituye un irrespeto a la buena tradición jurídica del país.

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