Colombia es rica en recursos naturales para posicionarse como potencia regional en varias de las modalidades del turismo. Este objetivo está en línea con el Desarrollo Sostenible: equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental. Más estímulos al turismo deben incluirsen en el Plan Nacional de Desarrollo que el Gobierno presentará próximamente a consideración del Congreso de la República. El tema también debe estar en los programas de gobierno de quienes aspiren a ser elegidos como próximos alcaldes y gobernadores.
En este contexto, recientemente tuve la oportunidad de estar unos días en Costa Rica, pequeño país de América Central, considerado como potencia turística regional. Lo visitan más de cuatro millones de turistas al año, especialmente canadienses, americanos y europeos, que le dejan ingresos cercanos a los tres mil millones de dólares. Además se genera mucho empleo con sus positivos efectos. Los visitantes buscan disfrutar de sus hermosas playas, pero muy en especial, conocer y caminar por senderos verdes en los bosques y selvas de sus numerosos parques y reservas naturales que cubren gran parte del país.
Y entre lo que observa un turista satisfecho- el que lleva más turistas- son playas perfectamente limpias, nadie pita en las vías, se acatan las normas de tráfico, el peatón tiene prioridad, no hay ruido, infraestructura vial y hotelera de alta calidad. Impresiona la amabilidad de sus habitantes y la eficiencia en los servicios.Y algo muy importante: el orden y la seguridad en todos los sitios visitados; eso genera confianza y tranquilidad.
Para visitar un parque natural se cuenta con guías capacitados y bilingües. Las caminatas se realizan por senderos -diseñados especialmente para el ecoturismo- en donde se pueden apreciar numerosas especies de fauna y flora. Y no se sobrepasa la capacidad de carga -exceso de personas- para cada ecosistema. Hay mucho por aprender del turismo en Costa Rica.
