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Gustavo Galvis Hernández
Lunes 02 de agosto de 2021 - 12:00 PM

La despedida

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No me refiero a La despedida, una de las novelas del famoso novelista y dramaturgo Milán Kundera. Me refiero a lo que sin imaginarlo fue el último adiós a nuestro querido amigo Rafael Ardila Duarte, otra víctima del COVID - 19, que ha regado mucho dolor por todo el mundo. Fue el último jueves del mes de junio cuando en una junta directiva virtual de una entidad nos comunicó a sus compañeros que tenía la enfermedad, a pesar de que ya estaba vacunado. Cuando nos despedimos, todos le deseamos una rápida mejoría sin imaginarnos que sería el último adios al amigo.

Recordando el pasado, Rafael fue mi sucesor -cuando comenzó el gobierno de Virgilio Barco- en la gerencia de las Empresas Públicas de Bucaramanga, continuando con eficiencia y pulcritud su recuperación operativa y financiera. Recuerdos muchos del relleno sanitario El Carrasco cuando era un dantesco botadero de basura a cielo abierto. Se comenzó su tecnificación sin imaginar que después se permitirían asentamientos urbanos en su entorno.

Voté por Rafael como candidato a la alcaldía de Bucaramanga en las elecciones del año 2000, intento fallido para un futuro mejor de la ciudad. Posteriormente, por mis actividades laborales en Bogotá, con cierta frecuencia nos encontrábamos en los aeropuertos e intercambiamos opiniones sobre muchos temas.

Fue y será referente como líder y gestor empresarial en los sectores comercial, industrial y agrícola de la región en el contexto de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) e individual al dedicar su tiempo, experiencia y recursos en los proyectos que promovió, el trabajo que generó, sus aportes e iniciativas como miembro de juntas empresariales y gremiales más su acertada visión sobre la importancia vital de un sistema educativo de excelente calidad para el desarrollo económico, social y ambiental del país, lo que trabajó por varios años como presidente del Consejo Superior de la UNAB.

Y de resaltar de su personalidad, su sencillez, entusiasmo, carisma, empatía, simpatía, hoy más que nunca cualidades fundamentales para el éxito de las nuevas generaciones de jóvenes en un mundo hiperdigital, desafiante, exigente y complejo. Y una frase de vital importancia en una de sus conferencias a los jóvenes: “Descubrí hace mucho cuál es el mejor negocio que existe en el mundo: ser honesto”. Amigo Rafael: paz en su tumba.

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