Con la pandemia del coronavirus que tiene acorralado al mundo, se ratifica la debilidad de la humanidad ante peligros vaticinados pero agravados por la indiferencia de los poderosos que miran hacia otro lado por debilidad u oportunismo. Llegará la vacuna y este desastre pasará a la historia. Pero otros peligros que llevan al mundo al borde del abismo siguen: una eventual guerra nuclear entre superpotencias hostiles; el crecimiento imparable de la población mundial en los países pobres que ha rebasado la capacidad de carga del planeta; el cambio climático que avanza indetenible con sus consecuencias de colapso.
En este contexto, volvamos a repetir una de las recomendaciones de los científicos contra el calentamiento global debido a los gases de efecto invernadero- bióxido de carbono (CO2) y metano pricipalmente-: sembrar billones de árboles y parar la deforestación.
En Colombia, país privilegiadamente biodiverso pero agredido ambientalmente en muchos frentes, es urgente una fuerte política pública que incentive, impulse, u obligue a la reforestación masiva para no acabar con su invaluable capital natural, una gran ventaja comparativa, por ejemplo, para el desarrollo del turismo ecológico nacional e internacional, que como lo vaticinan, podría ser el nuevo petróleo como fuente de ingresos económicos.
Los recientes eventos académicos virtuales liderados por el exministro de Mediombiente, Manuel Rodríguez Becerra, en su Foro Nacional Ambiental, para contribuir a la reactivación económica y la generación de empleo, formulan: la restauración ecológica de ecosistemas degradados, la reforestación comercial, la gestión sostenible de los bosques naturales, el establecimiento de sistemas silvopastoriles y la lucha contra la deforestación.
Reforestación masiva, fue una estrategia de gran éxito aplicada por el Presidente Franklin D. Roosevelt para reactivar la economía de los Estados Unidos durante la grave recesión económica de 1929. Se sembraron 3.000 millones de árboles que generaron millones de empleos. Un ejemplo para imitar, ajustado a las actuales circunstancias. Reforestación masiva y freno a la deforestación.
