Comienza la carrera electoral en las regiones. Como lo mencioné hace algunas semanas en este espacio, con las campañas llegan las promesas y con ellas, la ilusión de miles de familias que buscan en el cambio de gobierno, una oportunidad para resolver los múltiples problemas que los aquejan.
Hoy, quiero hacer un llamado a los candidatos. Los ciudadanos merecen respeto y por ningún motivo deben ser engañados con promesas imposibles de cumplir. En especial, me quiero referir a las problemáticas que abundan en los bordes urbanos del área metropolitana. Existen miles de viviendas sin acceso a los servicios públicos esenciales. Conozco de primera mano cientos de familias que sufren día a día la falta de agua potable para su comunidad; familias que buscan por cualquier medio, una solución a este problema tan crítico. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, no es viable llevar el agua potable por no cumplir con los requerimientos técnicos para hacerlo. En muchos casos, el agua no ha llegado porque no existen redes de alcantarillado, requisito fundamental para instalar el servicio de acueducto. Algunas redes podrían haberse construido con algo de presupuesto y la voluntad política para hacerlo, pero, desafortunadamente, muchas de ellas no pueden ser construidas por encontrarse en zonas de alto riesgo. En Bucaramanga, por ejemplo, se adelantaron los estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo (AVR) para determinar cuáles de estas zonas de alto riesgo podían ser intervenidas con obras de mitigación, y cuáles, por el contrario, quedaban catalogadas como zonas de alto riesgo NO MITIGABLE. En el primer caso, se deben cuantificar las obras para determinar si es económicamente viable realizarlas y, de ser así, se deben presupuestar y construir estas obras de mitigación, con el fin de poder estructurar proyectos de ampliación en la cobertura de redes en estas zonas. En el segundo caso, la única alternativa es la reubicación.
He oído ya algunos irresponsables hablando con mucha certeza de como van a utilizar el presupuesto del municipio para cumplir el sueño de llevar los servicios públicos a estos hogares. Espero que se refieran al presupuesto para adquirir predios y construir viviendas nuevas para reubicarlos y no, como es usual en estas épocas, a un presupuesto que no existe, para hacer unas obras que no se pueden hacer, para llevar servicios a unas zonas donde no debería existir vivienda. Hay mucho por hacer, hablando con la verdad, sin engaños.
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