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Gobernanza
La reforma a la salud ha sido el tema central de las últimas semanas. Modificar un sistema que tiene un impacto tan profundo en la vida de las personas requiere un análisis con igual nivel de profundidad. Múltiples grupos sociales, políticos y demás actores del sistema han hecho sus críticas y observaciones, dejando como conclusión hasta el momento 6 propuestas de reforma radicadas ante el congreso y centenares de documentos que advierten sobre los posibles riesgos.
Pensar en un sistema de salud integrado e integral es algo que tiene mucho sentido. Tener conocimiento del paciente, con un enfoque basado en la prevención de la enfermedad y cuyo fin último sea velar por la salud de las personas es algo lógico y debe ser el objetivo de nuestra sociedad. Cerrar la brecha de acceso a los servicios de salud y garantizar la presencia de instituciones prestadoras de servicio en todas las regiones es el camino para construir una sociedad más equitativa en la que prime la calidad de vida y el bienestar. En la misma línea, hacer un uso eficiente de los recursos del sistema para que todas las personas puedan acceder a los servicios, garantizando una adecuada formación académica y estabilidad laboral de los profesionales debe ser el eje central de la política de salud de nuestro país.
Para esto, se ha planteado la creación de unas redes de salud, asociadas a los territorios en la que se integren los diferentes niveles para garantizar una prestación integral de los servicios y así mejorar la salud de toda la población de manera efectiva y eficiente. Este modelo, contempla la creación de un Consejo de Administración del Fondo Regional de Salud para cada región, que será el encargado de gestionar el Fondo Regional de Salud, que administrará los recursos asignados por la Administradora de Recursos de Salud – ADRES, y se encargará de organizar el presupuesto para garantizar el cierre financiero del presupuesto de los hospitales de media y alta complejidad y, en ese sentido, ejercerá las funciones de autoridad sanitaria en la correspondiente región. Dicho consejo, tendrá la gran responsabilidad de hacer un uso adecuado de los recursos asignados, y estará compuesto por tres representantes de los empleadores, tres representantes de los trabajadores, dos representantes del Gobierno Nacional y un representante de los gobernadores y alcaldes de la región. Esta composición tiene como objetivo, garantizar la participación de los principales actores del sector, con la intención de lograr una gestión transparente de los recursos en la que las voces de las partes interesadas se encuentren debidamente representadas. Este modelo, parece interesante desde una mirada democrática y participativa, pero surgen algunas inquietudes: ¿cómo garantizar una adecuada gobernanza de estos recursos? ¿cómo evitar la politización de estos espacios? ¿cómo defender estos recursos de actores que quieran hacer un mal uso de los mismos? Es posible que esta reforma sea aprobada en el congreso. De ser así, es fundamental que quienes representen a los diferentes grupos de interés en este Consejo, cuenten con la idoneidad técnica, el conocimiento suficiente y, sobre todo, que obren de forma ética y responsable para que este nuevo modelo efectivamente cumpla con el propósito de cuidar la salud de todos los colombianos.