El rifirafe
Si lo que afirman varios analistas sobre que la riña entre el Alcalde y la coalición mayoritaria del Concejo por la aprobación del préstamo de 50 mil millones, para arreglar la malla vial tiene motivos electorales, es cierto ¡nos llevó el mismísimo, estamos fregados!
Uno esperaría que un Alcalde cuyo primer principio (electoral) fue la lógica, lograra usar ese método para superar políticamente esta crisis, bien; buscando alternativas diferentes para la financiación de la obra, ora, usando estrategias distintas para lograr su aprobación por el Concejo. Pero ni lo uno, ni lo otro.
Por su parte, la coalición mayoritaria del Concejo dominada por el Partido Liberal ha dado una muestra más de su torpeza y mezquindad con la ciudad, cuando a través de la presidenta liberal de esa corporación, Nancy Lora, creen acertado reducir el debate a quitarle el uso de la palabra al Alcalde, como ocurrió el lunes pasado en ese recinto.
Se equivocan. Con decisiones arbitrarias como esas lo único que van a lograr es convertir al Alcalde en mártir y que la ciudadanía se solidarice más con él, inflando nuevamente su popularidad.
El Alcalde es populista. Ganó su alcaldía con un discurso populista de lucha contra la corrupción y la politiquería remojado entre promesas politiqueras.
Leyó e interpretó mejor el momento sicológico y social de la ciudad e ilusionó a la ciudadanía. ¡Miren en dónde vamos!
Rodolfo siempre ha amenazado con “echarle la gente” encima al Concejo sino le aprueban sus proyectos, lo que antes que resolver la crisis, porque esto es una crisis, politizaría y polarizaría más el tema, agravando la situación de la ciudad que ahora parece estar en medio de una disputa electoral entre el Alcalde, que da muestras de querer perpetuarse en el poder designando sucesor y los liberales que quieren recuperarlo.
De manera que no se trata de echarle la culpa al uno o a los otros, sino que la ciudadanía abra los ojos y se dé cuenta que esto fue lo que elegimos.
¡La tierrita no da más!