Ya es un modus operandi de los últimos tres gobiernos uribistas, dentro del cual por obvias razones se incluye el de Duque, esa táctica de desprestigiar para deslegitimar y reprimir todo lo que les critique, denuncie, reclame, proteste por su corrupción y su abuso de poder, pues todo lo que les haga oposición, proteste o denuncie es inmediatamente calificado de terrorista, guerrillero, castro-chavista, comunista, vándalo y ahora... cocalero. Desde las Cortes hasta la Minga.
Primero estigmatizaron a los que votamos por el SÍ en el referendo por la paz, luego a los que no quisimos votar por el que “dijo Uribe”, mamertos, guerrilleros, comunistas, promotores del socialismo del siglo XXI. Luego los que denunciaron la Ñeñe política, la cooptación de la Contraloría, la Fiscalía y ahora la Procuraduría fueron señalados de promotores del socialismo.
Cuando los jóvenes protestaron fueron tildados de “juventud pro-farc”, luego cuando los asesinaron fueron catalogados de borrachos, drogadictos y vándalos. Frente al genocidio de los falsos positivos, el Uribismo había hecho uso de esta vieja táctica: “no estarían cogiendo café”, dijo en aquella oportunidad su jefe para justificar los crímenes. Ni nuestra honorable Corte Suprema se salvó del desprestigio: “mafiosa” la llamaron por cumplir con su deber. Ahora que la Minga indígena se moviliza pacíficamente es señalada por el gobierno de Minga “cocalera y narco-guerrillera” y al igual que todas las protestas del país, de “estar infiltrada por grupos guerrilleros”.
Es hora de que nos percatemos como país de que con el coco de la “izquierda castrochavista” el Uribismo ha conseguido sembrar miedo y odio en nuestra nación para ganar elecciones y ahora para gobernar desprestigiando, deslegitimando y reprimiendo toda oposición y crítica que se le haga, de manera que o consentimos calladitos todos sus desmanes, abusos y corrupción o seremos tachados de comunistas. Que el Gobierno y su partido no nos engañen más con ese discursito, que garantice y respete la protesta social, que no cambie el tema y responda las denuncias y los justos reclamos de estudiantes, educadores, trabajadores e indígenas. ¡No más desprestigio de la protesta social en Colombia!
