Hace casi cuatro años estábamos en las mismas. Escogiendo entre el menos malo para que gobernara el país. Muchos votaron por el inepto que hoy nos gobierna solo para detener a Petro y salvarnos del castro-chavismo. Miren las consecuencias de decidir el voto así. Hoy la historia se repite con un agravante, la pregunta para muchos ya no es ¿quién tiene la capacidad y la experiencia para gobernar a Colombia? sino simplemente ¿Quién puede derrotar a Petro? Un interrogante tan superficial, malicioso e inconveniente como el de la elección pasada. Un falso dilema creado por el mismo establecimiento para confundir e inducir al elector.
Muchos colombianos votarán por Petro por convicción, otros lo harán engañados por falsos centros y esperanzas (señuelos; carnadas) y gran parte simplemente lo harán por el que sea capaz de derrotar a Petro.
Parece un hecho que al igual que la última vez, a Petro solo le queda la alternativa de ganar en la primera vuelta, pues de pasar con otro, con el que sea a una segunda vuelta, perdería casi que obligatoriamente. Ya es tradición que la derecha se una alrededor de intereses y la izquierda se divida por los egos de sus dirigentes.
Rodolfo en cambio la tiene más fácil si tenemos en cuenta su disparada en las últimas encuestas.
Si gana en primera, -que insisto puede pasar- sería un fenómeno electoral sin precedentes en la historia de Colombia.
Si no gana, pero pasa a segunda, -se supone que con Petro- sería virtual presidente, pues casi todas las fuerzas de la derecha, los señuelos de la centro-derecha y la esperanza se le unirían con el único objetivo de detener a Petro. El señuelo de la esperanza, haría lo mismo, o votaría en blanco, como la vez pasada, en la que por esa vía terminaron ayudando a elegir al inepto. Don Robledo, Don Fajardo y los dueños de letrero verde, decente por fuera pero podrido por dentro, han jugado ese juego los últimos años.
En conclusión, si Rodolfo pierde, es decir; si no gana en primera ni pasa a segunda vuelta, pone presidente, pues siendo la tercera fuerza política sería decisivo en la segunda.
Es simple, mientras Petro tiene una sola posibilidad de ganar, Rodolfo tiene dos y hasta tres alternativas para hacerlo.
Palabras más, palabras menos, Rodolfo gana hasta perdiendo.