El caso, conocido hace pocos días, de la mujer que acudió a la Comisaría de Familia del barrio La Joya en busca de protección...
¿Excepciones sospechosas?
Luego del toque de queda, quedan – y no es un pleonasmo- algunas lecciones aprendidas.
Entre otras, que a nuestros gobernantes locales parece importarles más sus egos personales que el bien común, pues ni siquiera lograron gobernador y alcalde de Bucaramanga ponerse de acuerdo en las medidas a adoptar para enfrentar el rebrote del coronavirus.
Pero más allá de eso, llaman la atención -por sospechosas- dos curiosas excepciones al estricto toque de queda decretado por el señor gobernador Mauricio Aguilar para enfrentar la pandemia en el departamento.
Me refiero a los parques turísticos de Panachi y el Santísimo.
Es curioso, por decir lo menos, que sabiendo -como casi todos lo sabemos- que estos dos complejos turísticos construidos y manejados por la familia Aguilar bajo la figura de corporaciones privadas construidas con dineros públicos, hayan quedado exentas del toque de queda, cuando otros complejos similares privados y públicos se vieron impedidos de prestar sus servicios durante la medida, como los parques recrear, por citar un solo ejemplo.
Por más que lo intento sigo sin encontrarle razón alguna –desde el interés público- a esas dos curiosas excepciones, si de prevenir el contagio se trataba.
Igual ocurre con la excepción a las personas que se dirigían a “establecimientos de hospedaje por horas” es decir; moteles.
Era absurdo prohibir el tránsito y movilización de personas en las calles y simultáneamente permitirlo para moteles, parques turísticos e iglesias.
Lo curioso es que además de aglomerar personas, estos tres sectores tienen representación política o personas o familias vinculados con esos negocios en el gobierno.
Es decir, para el señor Gobernador el virus no se contagia en estos sitios.
Es válido entonces preguntar: ¿Cuáles son los criterios de conveniencia y oportunidad con los que se establecen las excepciones a este tipo de medidas que restringen la movilidad y las actividades económicas?
Piensa mal y acertarás, dice el popular refrán.
No quiero pensar mal, no me gusta. Prefiero presumir la buena fe de las personas. Pero... ¿Qué piensan ustedes de estas excepciones... tienen algún sentido o solo buscaron favorecer a algunos?