No voy a perder tiempo comentando lo que está sucediendo con la política en Santander. Debería avergonzarnos a todos. Cada uno de nosotros pagará las consecuencias de las decisiones que tomemos. Tal vez nunca en la historia de nuestra ciudad, sin importar si socioeconómicamente seamos estrato alto o bajo, la decisión que tomemos afectará a todos. Tocar a Santurbán será muerte y desolación para nuestros descendientes. No lo olviden.
Es triste cómo se maneja el deporte en Santander. La historia que voy a contar es increíble y caracteriza el resentimiento y envidia que nos afecta.
El semillero de niños y adolescentes santandereanos en todos los deportes y disciplinas es reconocido a nivel nacional e internacional. ¿Cuántos niños compiten en otros departamentos y países? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que los que están triunfando lo hacen por los sacrificios de sus padres. El apoyo de las ligas es inexistente, a pesar de contar con buenos presupuestos. Lógicamente hay grandes excepciones como la Liga de Patinaje, con un excelente Presidente, ejemplo para el mundo; la de Squash, alcanzando más triunfos; golf con federación privada, BMX y muchas más.
Existe en Bucaramanga un niño nadador, ganador de cientos de medallas en torneos locales y nacionales, así como en Texas, Estados Unidos, y México. Si se apoya podrá ser un campeón olímpico y, por qué no, mundial, de nuestra región. Los vallunos y paisas dan ejemplo en su organización deportiva, ganándose la mayoría de torneos y juegos nacionales.
La Liga de Natación del Valle organiza diversos torneos de fogueo y selección e invitan a niños de otros departamentos para aumentar su competitividad. Este año, el niño que menciono es invitado a competir en el selectivo, pero los celos y envidias de algún dirigente impide que viaje. Es increíble que este padre dirigente sin ninguna razón llame a las directivas del Valle a vetar el desplazamiento de este niño triunfador.
¿Qué sentirá este niño al ver la actitud de una persona mayor que debería darle motivación y ejemplo? Pero así son la mayoría de dirigente de ligas. Envidiosos y resentidos.