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Jaime Forero Gómez
Viernes 24 de mayo de 2019 - 12:00 PM

Deforestación en Piedecuesta

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Mientras la mayor parte de la humanidad intenta proteger un árbol, los santandereanos nos damos el lujo de destruir y tumbar sin pensar en el futuro como región.

Todos los días escuchamos sobre derrumbes, caída de árboles, inundaciones, avalanchas, muchos damnificados y parece no fuera con nosotros.

Llevaba días sin subir por la carretera “nueva” a la Mesa de los Santos y duele la deforestación espantosa en la zona, hasta llegar al cruce con la carretera antigua. Triste ver los estragos que causó en el bosque tropical, el incendio sucedido en días pasados. Hay por lo menos 15 derrumbes pequeños originados en áreas donde han talado los árboles. Uno o dos aguaceros como los que están cayendo, producirán mayores derrumbes que taponarán la carretera. Inverosimil la presencia de tres aserríos ofreciendo madera proveniente de la tala irracional del bosque nativo. Invasión de la carretera sin respetar los bordes permitidos. Todos los días una construcción nueva invadiendo las bermas frente a las áreas donde puede suceder una avalancha con pérdida de vidas humanas. Nuevos negocios sin área de estacionamiento siendo bloqueada la vía por carros particulares y camionetas oficiales conducidos por personas sin conciencia ciudadana.

Dónde está el alcalde o autoridad respectiva de Piedecuesta? La CDMB qué opina? Quién ha dado los permisos de talar y de construir sin respetar las normas. Quién autorizó los aserríos a borde de vía?

Triste el estado de la carretera desde Gratamira hacia adelante; cero iluminación, ausencia total de señales de seguridad incluyendo “ojos de gato”, nada de pintura que permita ver los límites de la calzada; imposible ver la continuidad de la carretera cuando llueve o desciende la neblina. Es decir, todos los días exponemos nuestras vidas al recorrer una carretera “invisible”; perdón, el peaje si es visible pero lo recogido también se inmaterializa.

Adenda. Después de escuchar el miércoles pasado en horas de mediodía el programa de Vicky Dávila no sabe uno quién es más sinvergüenza; el senador o el excandidato que menciona. Si un porcentaje de políticos de todos los partidos, es similar a estos inverecundos, pobre Colombia.

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