El deseo de la humanidad de prolongar la vida y curar ciertas enfermedades la lleva a producir nuevos “medicamentos” y alimentos”, la mayoría inútiles. No nos cansamos de decirlo: las enfermedades que nos están matando son todas prevenibles. Mientras no dejemos de deforestar, consumir derivados de petróleo, carbón y productos de minería a gran escala, pesticidas, comida llena de preservativos, colorantes y azúcares químicos, las enfermedades serán más graves. El cuerpo humano tiene una cantidad determinada de iones hidrógeno (H) medidos a través de la escala del pH. Cuando el pH baja de 7.38, decimos que existe acidosis; es decir hay más iones hidrógeno y cuando el pH sube, hablamos de alcalosis; es decir, disminuyen los iones hidrógeno. A mediados del siglo pasado se hablaba de mantener un pH normal administrando una sustancia alcalinizante como el bicarbonato de sodio; de esta idea nace el agua alcalina. Todos los sistemas del cuerpo funcionan bien teniendo pH normal que varía discretamente si se mide en sangre, células o mitocondria (batería de las células). Un cambio mínimo en algún órgano obliga a producir sustancias denominadas amortiguadoras que regulan el pH, normalizándolo; la menos importante, el bicarbonato. Los principales amortiguadores son el plasma de la sangre; fosfatos; electrolitos como el sodio, potasio, cloro; ácidos como el láctico y sulfúrico que el mismo cuerpo produce. Si consumo agua alcalina, en forma inmediata el estómago la equilibra con el pH del estómago, ácido por cierto. El cuerpo funciona perfecto; un ejemplo: si presento cualquier infección sea viral o bacteriana, lo primero que hace es acidificar para controlar la reproducción del virus o bacteria; otro, los sistemas antioxidantes y antiinflamatorios dependen de cantidades grandes de un gas denominado hidrógeno molecular, formado por la unión de dos moléculas de hidrógeno; es decir del ácido del cuerpo. Para rematar, si el cuerpo se alcalinizara (imposible con dietas o aguas) modificaría la expresión del DNA, causal de la mayoría de enfermedades crónicas. Las aguas y dietas alcalinas no han demostrado aportar algún beneficio a la salud y menos prevenir el cáncer. Lo ideal comer y vivir sano.