El libro “Cuenta regresiva” (Count Down, febrero 2021), escrito por la profesora Shanna H. Swan, Ph.D, plantea en su portada: “Cómo nuestro mundo moderno está amenazando el conteo de espermatozoides, alterando el desarrollo reproductivo masculino y femenino y poniendo en peligro el futuro de la especie humana”. Algunas “revelaciones”: “Hoy, un hombre solo tiene la mitad de espermatozoides que su abuelo”. “La fecundidad mundial ha caído más del 50% en los últimos 50 años”. Un “poco más de una cuarta parte de los hombres que experimentaron disfunción eréctil tenían menos de 40 años”. Problemas asociados a “sustancias químicas que se encuentran en nuestra vida diaria todo el tiempo”.
Uno de los ejemplos citados: “unos cultivadores de piñas en Hawai e Israel, usaban un pesticida químico llamado Dibromocloropropano... resultó que las esposas no estaban quedando embarazadas. Cuando los hombres fueron examinados, tenían cero espermatozoides (Azoospermia)”. “Se eliminó la sustancia química y la función de los espermatozoides volvió gradualmente y se restauró”.
Swan es “profesora de medicina ambiental y salud pública en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York” y -entre otras actividades- “científica adjunta en Environmental Health Sciences”. El libro cita investigaciones adelantadas hace décadas por la profesora y su equipo y otros grupos acreditados de investigación en el ámbito mundial. Por lo mismo, esta publicación y anteriores han causado preocupación mundial.
Un artículo de The New York Times (03/05/2021) se titula “Los productos químicos cotidianos que podrían llevarnos a nuestra extinción” y señala: “La razón, explica Swan, puede ser la creciente exposición a químicos disruptores endocrinos que se encuentran en todo, desde plásticos, retardadores de llama, electrónicos, empaques de alimentos y pesticidas hasta productos de cuidado personal y cosméticos”. El libro: “es un llamamiento a que se tomen medidas nacionales y mundiales rápidas que prohíban el uso de estos productos químicos y mitiguen los efectos de aquellos que están afectando la salud e incluso la vida en todo el mundo. Swan deja claro que el futuro de muchas especies -incluida la nuestra- depende de ello”. En este contexto, surgió en los pasados años noventa el concepto de Química Verde o Sostenible, orientada hacia “el diseño de productos o procesos que reducen o eliminan el uso o la producción de sustancias peligrosas”.