En el momento de escribir esta columna se confirma que la tormenta-huracán Julia pasó por el archipiélago San Andrés, Providencia y Santa Catalina y avanzó hacia Nicaragua. Las autoridades reportaron para San Andrés “2 personas lesionadas, 2 viviendas destruidas, 101 averiadas, caídas de árboles”. En los videos se observan fuertes lluvias, inundaciones, vientos y otros efectos. Aparte de las islas, también se reportaron problemas en zonas continentales, como la Guajira. Se informó que “Las Autoridades declararon la calamidad pública en la Guajira tras las fuertes afectaciones que sufre la región por la tormenta tropical”. La Defensoría del Pueblo informó que cerca de “4.000 personas resultaron damnificadas en el departamento de la Guajira por el paso del huracán Julia”.
El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) señaló “Trabajamos de manera articulada y fue la mejor decisión, los daños leves no solo se deben a la menor categoría del huracán sino a las medidas de prevención adoptadas, quienes sufrieron daños van a recibir el apoyo del gobierno”. Y sí, las medidas preventivas -como traslados de personas a zonas más seguras, creación de refugios, toques de queda y otras- son muy importantes en estos casos.
Lo preocupante es que los informes académicos y oficiales pronostican que estos fenómenos podrían aumentar por efectos del caos climático global; generado por actividades humanas. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte: “se espera que el cambio climático aumente la proporción de grandes ciclones tropicales en el mundo y aumenten las fuertes lluvias asociadas con estos eventos. Mientras tanto, el aumento del nivel del mar ... también está empeorando el impacto de las inundaciones costeras”. “Los impactos humanos y socioeconómicos de estos ciclones se sentirán durante años”.
Estos fenómenos fueron pronosticados hace décadas. En columna titulada: “Huracán Katrina ¿se cumplen los pronósticos?” (agosto 31/ 2005) anotaba: “En 1990, John Gribbin –doctor en astrofísica de Cambridge- escribió en su libro La Tierra Invernadero: Con el calentamiento de los océanos, los huracanes se harán más frecuentes. Algunos serán más poderosos que todos aquellos que hemos conocido en las últimas décadas”. Son fenómenos pronosticados hace décadas, pero sobre los que poco se ha avanzado para solucionarlos. Y la situación tiende a agravarse con el paso del tiempo y de los gobiernos.
