viernes 10 de junio de 2022 - 12:00 AM

Jesús Rodrigo Fernández

¿Por qué votar por el ingeniero?

Sin duda alguna combatir la corrupción en general y, en la contratación en particular, es un propósito que se encuentra en todos los programas de gobierno de los mandatarios, pues cuando se le quita la plata a ese “cáncer” se genera caja. Así las cosas, el enunciado es simple lo difícil es lograrlo.

Pues bien, ese propósito lo incorporó en su campaña el ingeniero Rodolfo Hernández en su campaña a la alcaldía de Bucaramanga y las cifras, en el indicador más importante de transparencia, que es la pluralidad, lo logró con creces. Las cifras de Transparencia por Santander, Sociedad Colombiana de Ingenieros, Cámara de Infraestructura y las propias, dan cuenta que Bucaramanga pasó de tener 1.4 oferentes por licitación en 2015 a 40.2 en 2019.

¿Qué se hizo? Bucaramanga se adelantó tres años a los pliegos tipo y unificó requisitos habilitantes y criterios de evaluación, de tal manera que el potencial oferente volviera a tener confianza en la gestión contractual.

Grato era escuchar a los colegas, a nivel nacional, sobre las garantías que ofrecían los pliegos de condiciones en Bucaramanga, y la certeza que no había que “pagar por trabajar”, mala práctica generalizada en el país desde cuando algunos institucionalizaron comprar votos con los recursos de la contratación de único oferente. Para solo dar un ejemplo recordemos los proyectos de Parques Sacúdete que, entre enero y marzo de 2022, mientras permanecía suspendida la ley de garantías, 40 alcaldes dispuestos a “cumplir compromisos” suscribieron convenios interadministrativos, que derivaron en convocatorias públicas atendidas, curiosamente, por solo un oferente.

¿Por qué se pudo? Por la sencilla razón que en la época (2015) y ahora (2022) el ingeniero tuvo y tiene la voluntad política y la independencia electoral que le permite a su gobierno garantizar una contratación decente, replicando el modelo local a nivel nacional. Por eso Rodolfo Hernández recibe todos los apoyos, pero es claro en afirmar: “no les cambio el discurso”. Y el discurso no se cambia porque es imposible canjear apoyos por puestos y contratos, por eso en sus campañas no hay cupo para “inversionistas electorales” que aportan a la campaña y cobran réditos contractualmente.

Por eso hay que votar por el ingeniero

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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