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Jorge Figueroa
Miércoles 04 de noviembre de 2015 - 12:00 PM

Concejales piden mesura

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Me cuentan de buena fuente que el concejal cristiano del Partido Liberal Jaime Beltrán es un hombre jocoso y divertido, que goza de muy buen humor. No de otra manera se puede explicar que haya salido a pedirle al alcalde electo, Rodolfo Hernández, mesura y control en las expresiones sobre el actuar de los concejales de la ciudad… le faltó solo pedir y exigir un homenaje de desagravio y exaltación para alguno de sus colegas.

Beltrán es el amo y señor del Instituto Municipal de Salud (Isabú), nada se mueve o contrata en esta dependencia sin su previo visto bueno. Dicen que en el Hospital del Norte solo le falta atender partos, para completar su círculo de poder.

La empresa social del municipio encargada de velar por la salud de los más necesitados de la ciudad no es ningún paraíso terrenal, por el contrario de tiempo atrás es foco de atención de la Auditoría General de la Nación por irregularidades en la contratación, derivada de sobrecostos en la compra de medicamentos y equipos médicos. Bien le haría entonces a la ciudad un completo chequeo sicológico al concejal en el mismo Isabú, para que le traten su distorsión cognitiva de los hechos.

La elección de Rodolfo Hernández como alcalde expresa el sentimiento de miles de bumangueses hastiados por la falta de mesura de nuestra clase política en el manejo de los recursos públicos. A los concejales de Bucaramanga les llegó el tiempo de trabajar. He estudiado los acuerdos municipales expedidos durante los últimos 12 años, y no se encuentra nada relevante e importante para el progreso de la ciudad.

De todos es sabido que los concejales se dedicaron es a parcelar la administración municipal, para convertir el poder burocrático y contractual de las secretarías municipales y las entidades descentralizadas en sus botines de financiación económica y lucha política. Los concejales fueron ciegos frente a los desmanes de los alcaldes de turno, testigos de excepción del cocinado que adelantaban por ejemplo Rafael Horacio Núñez y el alcalde Lucho Bohórquez para dejar listo el negocio de la fotomultas con un privado. ¡Pero tan raro, a esos sí nunca les pidieron mesura!

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