Ha comenzado diciembre, que es, para muchas personas, no solamente la época más amable del año, sino la temporada más importante...
Se ha presentado al Congreso una nueva propuesta para la creación de la Superintendencia de Educación, orientada ella a ejercer la vigilarcia, inspección y control del sector educativo en el país, función que en la actualidad realiza el Ministerio de Educación Nacional, en colaboración con las secretarías de educación departamental y y municipal.
No es este un nuevo proyecto en el país. En el 2019 cursó una propuesta en este sentido, la cual se cayó en la Corte por problemas legales relacionados con los términos de su aplicación, más no por los objetivos que pretendía.
La nueva propuesta es muy similar a la anterior y cubriría todos los niveles de la educación. El MEN cedería al nuevo ente las funciones que en este aspecto ejecuta y se complementará con personal experto y tecnología especializada, lo cual es insuficiente hoy en día en cuanto a calidad y cantidad, especialmente en relación con la educación básica y media.
Respecto a la educación superior, el problema no es tan crítico, dado su menor tamaño. El MEN ha realizado una buena labor en este aspecto, aunque aún quedan algunas instituciones universitarias cuyo interés económico prima sobre la calidad académica de sus programas.
Cuando los determinantes principales para la consecución de un empleo o un mejor salario son los títulos y no las competencias, el ingreso a cualquier IES se vuelve indispensable y la calidad pasa a un segundo plano. Alli es cuando crece y se alimenta el negocio de los cartones.
El país ha logrado una mayor cobertura en todos los niveles de la educación y principalmente en la básica y media, lo cual es plausible, pero no basta con ir al colegio, a la escuela, o la universidad, lo importante es formarse y aprender. Necesitamos mejor calidad académica en todos los niveles.
En estas épocas de escases monetaria en la cual es importante optimizar los recursos, esta superintendencia tendría sentido si se dedija a la inspección, vigilancia y control de la educación básica y media, especialmente en la pública, la cual creció en volumen pero no en calidad. Sabemos que es dificil por las necesidades que ella tiene en cuanto a profesores e infraestructura y los temas laborales que la afectan, pero allí es donde la Super causaría mayor impacto social y económico para el futuro del país.