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opinion/columnistas/jorge gomez-duarte
Martes 09 de febrero de 2021 - 12:00 PM

La regularización de los venezolanos

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Ha causado sorpresa en algunos la decisión del Gobierno Nacional de establecer una salida a la crisis migratoria, ocasionada por el ingreso de cerca de 1,7 millones de venezolanos, quienes vinieron a buscar mejores oportunidades, dada la situación socioeconómica y política del vecino país.

Igualmente, han salido críticas a la decisión, porque se ha tratado de estigmatizar a la generalidad de la población migrante, por culpa de algunos de ellos, quienes se han visto involucrados en casos de violencia, por supuesto reprochable y castigable, independiente de su nacionalidad.

No pueden pagarla justos por pecadores. La gran mayoría de venezolanos son gentes de bien y se han visto limitados por falta de legislaciones claras que permitan su permanencia, y sin restricciones ni trabas, puedan desarrollar su nueva vida en el país.

Es bueno recordar situaciones vividas con anterioridad, en que muchos colombianos fuimos a Venezuela, cuando ella era un paraíso y acá estábamos en situaciones difíciles. En esa ocasión, recibimos un buen trato, nos dieron oportunidades y hasta nacionalización, y sin mayores problemas disfrutamos una excelente estadía.

La vida da muchas vueltas y en esta oportunidad, era necesario dar una solución a un cúmulo de venezolanos de bien, que están en el país desde hace varios años con permisos temporales a corto plazo y sin acceso a las garantías que tenemos los colombianos para llevar una vida normal.

Con el Estatuto de Protección Temporal a los Migrantes, el Gobierno Nacional trata en buena forma, de mejorar las condiciones de aquellas personas que quieren rehacer su vida en el país, debiendo cumplir como prerrequisito, su inscripción en el registro único de migrantes y acreditar entre otros, las condiciones de ingreso al país, el pasado judicial y las actividades desarrolladas durante el tiempo de permanencia.

Quienes cumplan las exigencias, tendrán la oportunidad por 10 años de disfrutar todas las garantías que tenemos los colombianos, excepto el voto.

La solidaridad entre los pueblos y el respeto mutuo son principios fundamentales para la convivencia pacífica. Se calcula que cerca de un millón de venezolanos podrán beneficiarse de esta decisión gubernamental y podrán aportar en mejor forma al progreso de nuestro país, con inversiones importantes y talento humano calificado, que nos ayudará a progresar más.

Miremos con buenos ojos la regularización de su estadía y ayudemos a que salgan adelante. No sabemos que pueda pasar mañana en esta Latinoamérica, donde los problemas sociales son abundantes y el lenguaje populista convence fácilmente a los necesitados. Bienvenidos y éxitos en su estadía.

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