Como lo anticipamos hace unas semanas y lo confirmó una reciente denuncia de nuestros periodistas, la contaminación visual,...
Autosabotaje
Terminaba un viaje exitoso a Estados Unidos y estaba en la mitad de otro por España, que iba igualmente bien, cuando ocurrió el ‘despiporre’. El Presidente, provocado, irritado, con ganas de mandar para el chorizo a quienes no piensan igual que él, se dejó torear y perdió. Dijo que él era el jefe de Estado, según nuestra Constitución -lo cual es cierto- pero cinco segundos bastaron para que agregara una falacia que puso al resto del mundo en su contra (también con razón): sugirió que, siendo jefe de Estado, él es, por consiguiente, jefe del Fiscal General de la Nación.
Aun cuando algunos hablan de desconocimiento constitucional o de desprecio institucional yo creo que, lo que pasó en realidad, fue que Petro, salido de casillas, dijo algo que él mismo sabe que es una estupidez y un reto innecesario frente a un poder tan importante en cualquier democracia, como la Rama Judicial. El lío es que soltada ya la frase y a pesar de lo difícil que se hacía sostener semejante afirmación, no solo le pudo la rabia sino también el ego y para hombres como el presidente Petro, la rectificación y el reconocimiento de los errores no parecen estar dentro del manual.
Es entonces cuando líderes que pudieran trascender y hacer historia, se tropiezan e incurren en lo que llamaríamos autosabotaje. Ya nadie habla de sus triunfos diplomáticos ni de las agendas compartidas con países tan importantes como Estados Unidos y España. La palabra ‘jefe’ por cuenta de lo que dijo Petro, fue la tendencia que dominó las redes sociales y las conversaciones de la gente durante los pasados viernes y sábado.
De nada valieron el boicot de los radicales del partido Vox en España, tampoco las críticas de la oposición en Colombia. Todo marchaba bien excepto porque el Presidente se quiso autosabotear. Seguramente vendrá al país y seguirá agitando las aguas porque en su ADN está la premisa de la revolución pero volverá a autosabotearse si no entiende que su papel ya no es estar en la oposición o llenar de trinos el mundo sino uno mucho más importante para él y para Colombia, que es el de gobernar bien los 3 años y medio que le quedan.
El primer mandatario, jefe de Estado, jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, tendrá que entenderlo. Lo mismo algunos de sus ministros más polémicos. Su causa la avalaron millones de colombianos pero sus torpezas ‘autopromovidas’ no las acompañarán ni sus bases más furiosas si siguen perdiendo el tiempo en provocar y no en gobernar. Eso, insisto, se llama autosabotaje.