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José Manuel Acevedo
Domingo 03 de abril de 2022 - 12:00 PM

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Ese fue el título con el que sintetizamos las investigaciones que durante meses adelantamos en Noticias RCN para probar que varios ciudadanos rusos -con el auspicio de agentes oficiales de ese gobierno acreditados en Colombia- se encuentran realizando actividades por fuera de la ley que, de no hacerse visibles, podrían comprometer la seguridad nacional. Más allá del lavado de activos en el que por décadas han estado incursos nacionales y extranjeros, la financiación de las expresiones de violencia en las calles de las ciudades colombianas y una posible interferencia en el proceso electoral, deberían tener encendidas todas las alarmas.

Las primeras judicializaciones ya se han producido y la colaboración de algunos de los procesados será clave para comenzar a ‘jalar’ pitas de una operación mucho más sofisticada de injerencia rusa en nuestro país que es bueno que se conozca por parte de toda la opinión. No en vano inteligencia del Ejército, la policía nacional, la UIAF, la Fiscalía, migración nacional, lo mismo que la DEA y la CIA se encuentran articulando acciones conjuntas para detectar y denunciar lo que está pasando a plena luz del día. Pero ahora que las cosas parecen haberse acelerado, la investigación debe llevarse hasta el fondo. No podría pasar que un episodio de esta magnitud se reduzca a un asunto de utilización indebida de redes de comunicación y concierto para delinquir en apuestas ilegales.

Al ruso Sergei Vagin, cuya captura fue legalizada, se le menciona, en el propio contexto elaborado por la Fiscalía General, por tener algunos vínculos con organizaciones criminales de la talla del ELN. A otra rusa, de nombre Tatiana, se le encontraron más de 165 tarjetas débito y crédito y manuales de espionaje y protección de la información recaudada. Todo dentro de una operación financiera fraudulenta que se lleva adelantando desde 2018 por varios millones de dólares. El ‘pitufeo’ o alquiler de cuentas para realizar consignaciones que luego eran retiradas en efectivo en cajeros automáticos tiene que rastrearse más a fondo para ver a dónde iban a parar las tulas de dinero que se lograban llenar con recursos provenientes de Rusia.

La autoridades tienen la palabra y los medios de comunicación tenemos la obligación, como lo hemos hecho en RCN, de seguir adelantando estas indagaciones y mostrarle a la gente los resultados de las mismas. Los rusos están aquí y, lamentablemente, muchos de ellos, no para cosas buenas.

***

Hasta pronto y gracias, muchas gracias, a Diana Giraldo por la excelente dirección de un diario tan importante como Vanguardia en Santander.

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