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José Manuel Acevedo
Domingo 27 de enero de 2019 - 12:00 PM

Más sobre el atentado

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Mientras el país político debate sobre si deberían respetarse o no los protocolos de salida de los guerrilleros del ELN, otro cadete que se encontraba herido, Andrés Felipe Carvajal, falleció en las últimas horas y se unió al grupo de los 20 compañeros que perdieron la vida como consecuencia del carrobomba que nos sacudió los corazones a todos los colombianos.

En medio de los debates, los cabecillas de esa guerrilla siguen cómodos en La Habana y los determinadores del acto como alias Pablito, andan planeando con tranquilidad su siguiente golpe desde Venezuela, que se ha convertido en su más seguro refugio. Paralelamente la investigación avanza y más vale que sea así pues comienzan a pender varias dudas sobre las versiones originales aportadas por las autoridades.

Según fuentes consultadas por este columnista varios datos más han venido a conocerse, que resultan interesantes para establecer nuevas hipótesis o descartar algunas que han circulado por ahí. ¿Fue este un ataque suicida? ¿José Aldemar Rojas, alias ‘el mocho’, entró a las instalaciones de la Escuela de Cadetes con la plena intención de explotarse? Todo parece indicar que no y hay un nuevo indicio que puede ratificarlo. Dentro de la camioneta -que por cierto sí tenía un blindaje de 2,5- Rojas llevaba consigo una granada que explotó por “simpatía con los otros explosivos”, como dicen los técnicos, pero que, en todo caso, no alcanzó a ser detonada directamente por ‘el mocho’.

Ese hallazgo plantearía la hipótesis de que Rojas albergaba la esperanza de parquear el carro, salir corriendo y lanzar la granada para distraer a sus posibles captores mientras el carrobomba explotaba, de manera que pudiera asegurar su huida. De otra parte, la fecha en que se realizó el atentado tampoco parecería una pura coincidencia. Los organismos de inteligencia analizan si se trató de una ‘venganza’ del ELN contra la Policía que exactamente un año antes había dado de baja a alias ‘Pimpón’, un temible terrorista del frente ‘Héroes y Mártires’ que trabajaba en llave con alias ‘Pablito’ quien estaría definitivamente detrás del carrobomba.

Con estos detalles y otros más, la fiscalía intenta llegar a la verdad de lo ocurrido pero será difícil que las autoridades judicialicen a los determinadores de estos crímenes mientras exista la solidaridad de Cuba, Venezuela y, lamentablemente, Noruega, que pone por encima de la seguridad mundial y la lucha contra el terrorismo, un ‘papelito’ llamado protocolo que está diseñado para favorecer a estos delincuentes y garantizar su impunidad. ¡Así cómo!

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