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José Manuel Acevedo
Domingo 15 de marzo de 2020 - 12:00 PM

Nosotros

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Al comienzo creía que se trataba de una exageración; que la paranoia estaba haciendo a la gente y a los gobiernos agrandar las cosas y que las medidas restrictivas lo único que harían era estropear la economía ya de por sí bastante frágil en varios países del vecindario.

Sin embargo, con el paso de los días quedó claro que aunque no se trata de una gripa mortal como otras que ha habido, el Coronavirus resultó tremendamente más contagioso que cualquiera y su forma de atajarlo es tan simple como arcaica en tiempos de vacunas y avances médicos tan significativos. Quedarse en casa y trabajar desde allí en tanto sea posible es la mejor alternativa para evitar ser contagiado y, sobre todo, para reducir el riesgo de contagiar a los demás. Es la manera en que quienes llegamos de algún viaje y hemos tenido contacto con múltiples personas en aeropuertos y sistemas de transporte masivo, podemos ayudar a quienes tienen sus defensas bajas o a las personas mayores o a aquellos inmunocomprometidos.

Estos tiempos, más que medidas impuestas desde los gobiernos del mundo ameritan redefinir el sentido de vivir en una sociedad. Elevan la discusión a un concepto grupal y colectivo en el que el “yo” cuenta poco para superar la crisis y el “nosotros” se convierte en un imperativo no sólo filosófico sino práctico para remontar un momento difícil como este.

Nunca antes, pensar en el otro o mejor pensar en el todo, en nosotros, en lo colectivo, fue tan necesario y útil para vencer este obstáculo que ha surgido para la humanidad. No se trata de un asunto retórico sino práctico y utilitarista. Si la sociedad logra frenar el contagio y atender los casos ya existentes, no se salvan los demás sino que nos salvamos todos. De allí que vale la pena hacer a un lado las prevenciones frente a nuestros dirigentes y aceptar y acoger sus decisiones en materia de salud pública.

Pero también a “nosotros” nos corresponde controlar el miedo y la paranoia, dos elementos que siempre que ocurren desventuras como ésta, entran en escena. Si evitamos circular cadenas de noticias falsas, si procuramos tranquilizar a nuestro entorno y tomar medidas racionales, estaremos contribuyendo a que todo este lío se solucione más pronto y se resuelva, sobre todo, de la mejor forma posible. ¡A pensar como grupo! ¡A pensar como país!

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