¿Cuánto capricho hay en el fútbol? Hace unos días marcábamos que ante Deportivo Cali, el Atlético Bucaramanga obtuvo una gran victoria habiendo sacado figura a su portero Juan Chaverra. El equipo Leopardo tuvo pegada y el respaldo de un gran portero aquel día. Pero había carecido del control de la pelota. Aún así el portero nuestro sacó todo y la escuadra amarilla sustentó desde ese prisma su triunfo.
El fútbol te da y después de te quita. El lunes de esta semana ante el débil Patriotas, el Bucaramanga tuvo la pelota, abrió la cancha. Tuvo volumen de juego (Léase 5 o 6 pases consecutivos) y creó cerca de ocho ocasiones claras de gol. ¿Que pasó? Que el portero Carlos Mosquera de Patriotas sacó todas. Sí. Sacó todas. Fue la gran figura y en la única que tuvo anotó por debajo de las piernas del héroe de días atrás ante el Cali.
Y ganó Patriotas. ¿Por qué? Porque el fútbol es así. Un día te da, y al otro te quita. Decir que Bucaramanga jugó mal es comentar con el resultado puesto sin haber visto el trámite del juego. El juego muchas veces en el fútbol suele ir por un lado y el resultado por el otro.
Hay 3 juegos por cumplir en el calendario y hay que intentar ganarlos para tener buen volumen de puntos de cara a una reclasificación anual, que a fin de año puede brindar alguna clasificación a Copa Sudamérica como mínimo. ¿Que si hay que traer un par de jugadores para el segundo semestre? Quizás sí. Pero lo más importante es una pretemporada de 5 semanas donde se trabaje en lo físico, moldeando la idea de juego de Luis Fernando Suárez, que a todas luces es prometedora por una sencilla razón: tiene como eje de la misma, el buen uso del recurso más viejo del fútbol... la pelota. Y eso a mí me ilusiona. Seguro que sí.
PD : Antes de ir por un nuevo delantero, mejor ir por alguien que potencie a los que hay. (Léase Armando Piripi Osma).
La seguimos luego.
