En el marco de las propuestas de Santander para el presidente electo, Gustavo Petro, es prioritario sugerirle conectar el Magdalena Medio con el mundo. Si bien la delimitación de esta región varía según la óptica con que se le mire, concentra los municipios de la parte media del río. Los de Santander representan la mayor proporción y Barrancabermeja, el segundo polo de desarrollo del departamento, es considerado como su capital de facto.
Según el Informe Final de la Comisión de la Verdad, el Magdalena Medio ha sido uno de los epicentros del conflicto armado y se caracteriza por sus altos niveles de pobreza y una economía dependiente de la minería y el petróleo. De ahí que es necesario que la paz se vea reflejada en mejores oportunidades para esta población. Una de sus mayores fortalezas es su ubicación geográfica, con el potencial de convertirse en el principal nodo intermodal del país. Por consiguiente, Petro podría ser el presidente que haga realidad este sueño a través de la implementación y articulación de tres grandes proyectos.
El primero consiste en garantizar la navegabilidad del río. El gobierno actual, con la aprobación de un nuevo Conpes en los próximos días, dejaría no solo la estructuración, sino también la asignación de $1,4 billones para este proyecto. De esta manera, se potencializaría uno de los medios de transporte más limpios y eficientes del mundo: reduce hasta un 62% las emisiones por tonelada transportada frente al modo carretero y un 40% de los costos logísticos. Un solo convoy mueve lo equivalente a 240 plataformas de tren o 282 camiones. Así, lograríamos aprovechar que contamos con el puerto interno más moderno de América Latina.
El segundo proyecto es la rehabilitación de la vía férrea La Dorada-Chiriguaná, incluyendo la construcción de un ramal que la conecte con el río. La estructuración de este proyecto, a través de una APP por más de $1,5 billones, ya está lista, pero no le han asignado los recursos correspondientes. El tercer proyecto comprende sacar adelante las dos troncales del Magdalena que suman $3,7 billones y que están en ejecución, así como la culminación de la vía Yuma en doble calzada por un valor $100 mil millones. Tan solo faltan 8 kilómetros de esta vía para conectar el modo carretero con el sistema fluvial. Es inadmisible que Colombia le haya dado la espalda al río y haya abandonado el tren, aislando al Magdalena Medio. La intermodalidad no da espera.
