domingo 11 de diciembre de 2022 - 12:00 AM

La comuna 13

Si usted pasa por Medellín, no puede dejar de visitar la comuna 13. En este territorio viven más de 150.000 personas y está conformado por asentamientos informales situados en la ladera de una montaña. Fue la zona más peligrosa, de la ciudad más peligrosa del mundo en los años 90. No en vano se conocía como la cuna de los sicarios de Pablo Escobar y fue el epicentro de una de las más sangrientas guerras urbanas entre las milicias de grupos guerrilleros, paramilitares y la fuerza pública. Tanto es así, que fue objeto de múltiples operaciones militares en las que se destacan Mariscal y Orión. En esta última participaron más de 1.500 efectivos del Estado y se utilizaron tanquetas y helicópteros que lanzaban ráfagas de fusil. ¿Qué se podría esperar de los jóvenes y niños que vivían en estas circunstancias? Un territorio sinónimo de violencia, destrucción y pobreza.

Aunque sea difícil de creer, hoy la comuna 13 significa vida, cultura y esperanza. Con 20.000 turistas al mes, que provienen de todos los países del mundo, ofrece una potente historia de transformación social. Está llena de coloridos murales y grafitis que plasman la historia y los sueños de la comunidad. Mientras se recorren los callejones, se aprecia múltiples shows de breakdance, rap, improvisación y trovas. Imposible no detenerse a disfrutar una “crema”, un helado artesanal de mango con limón; o dejar de visitar emprendimientos locales como galerías, bares y tiendas de souvenirs. En la galería del grafitero Chota, la obra más barata vale 1.200 dólares. Gran parte de los guías son locales y varios se han formado en el SENA. Algunos aprendieron inglés, con lo que multiplican sus ingresos.

Es un tour que se hace a través de seis modernos tramos de escaleras eléctricas a cielo abierto, de 130 metros lineales, que permiten llegar a la cima de la montaña para apreciar una gran vista de la comuna y de la ciudad. Una solución pertinente a la movilidad para locales y turistas. Hay un caos ordenado con senderos y un equipamiento urbano adaptado al lugar. Pero lo más interesante, es sentir la solidaridad y la apropiación por parte de los miembros de la comunidad, quienes son los principales protagonistas y garantes de la seguridad y del desarrollo de la comuna. Esto nos demuestra que es posible superar las situaciones más traumáticas. ¿Por qué no hay más comunas 13 por todo el país? ¿Qué estamos esperando?

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