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Juan Pablo Remolina
Jueves 27 de febrero de 2020 - 12:00 PM

Mímica institucional

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Se ha anunciado la creación de los ministerios del Deporte y Ciencia, Tecnología e Innovación, el distrito de Barrancabermeja, la Agencia de Alimentación Escolar, Secretarías de la Mujer, el Bloque de Búsqueda Anticorrupción, así como la suscripción de un Pacto de Transparencia con gobernadores, entre otros. Estos anuncios permiten obtener legitimidad y apoyo externo de electores y grupos de interés. En algunos casos, son reformas necesarias o señales que dinamizan procesos con el fin de avanzar en cierta dirección.

Sin embargo, en otros casos, estos anuncios hacen parte de una de las trampas del desarrollo según los académicos Andrews, Pritchett y Woolcock. Para estos autores, es muy común caer en el “mimetismo isomorfo”, que ocurre cuando el gobierno pretende realizar reformas cambiando la apariencia de las políticas o estructura organizacional, en lugar de cambiar realmente su desempeño. Este término proviene de la biología y se usa para caracterizar animales como culebras o mariposas que adquieren la apariencia de ser venenosas pero no lo son. A nivel institucional sucede algo similar. Por ejemplo, según Integridad Global, Uganda obtiene una calificación de 99 puntos sobre 100 en su marco normativo de lucha contra la corrupción, pero su implementación es de sólo 48 puntos. Es decir, lo que se ve no es lo que se obtiene.

Para Andrews, el problema de estas intervenciones es que una vez se entra en esta trampa, no hay incentivos para salir de ella. El foco está en sobrevivir a partir de obtener legitimidad en el corto plazo. Se venden soluciones preestablecidas o buenas prácticas sin un diagnóstico serio del problema. Los actores que realmente hacen el trabajo no son consultados. Tampoco hay mecanismos de seguimiento, evaluación y rendición de cuentas que permitan incorporar nuevos aprendizajes. Por consiguiente, este tipo de iniciativas se convierten en esfuerzos efervescentes que no conllevan cambios, o peor aún, que pueden generar efectos perversos.

No hay atajos en la búsqueda del desarrollo. Si realmente se quiere resolver un problema, hay que estudiarlo con detenimiento en el contexto local y junto con expertos y actores involucrados. De ahí, generar alternativas de solución en lugar de imponer una única respuesta. ¿Qué tanto de los anuncios del gobierno es mimetismo isomorfo? La ciudadanía demanda menos mímica institucional y más resultados.

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