Libardo León Guarín
Saludando al Doctor Blanco
¿Quién dijo que el país señorial con recuas de votantes quedó en el siglo XIX? Así continúan eligiendo en la Colombia urbana de este siglo XXI; lo reconoce María Jimena Duzán (Semana N° 1.951), señalando clanes familiares que van a ganar las próximas elecciones, pues la política está “Convertida en ejercicio feudal con un claro talante mafioso, en donde las ideas terminaron siendo subversivas y en donde la libertad de opinión y el disenso son vistos como un pecado que se cobra caro”. En la Costa y en el Valle, pero también en Santander.
Hay que observar la gran mayoría de los candidatos con padrinos y tulas, muchas pancartas y sin ideas; me recuerda la única vez que asistí invitado a una de esas reuniones de campaña; al preguntar sobre los soportes ideológicos y programáticos del candidato, se nos contestó que lo importante era cómo ganar la matemática electoral. Algunos amigos nos retiramos de la reunión, por estar fuera de contexto. Así estamos hoy, con excepciones; queda también votar por el Doctor Blanco. Lo importante es la mecánica electorera y el cómo voy en esta vuelta.
Intereses colectivos no aparecen por ninguna parte. ¿Sabrán qué es eso del voto programático (Art. 259 C.N.) o de los planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), incluídos en los Acuerdos de La Habana, buscando inversión social focalizada en conjunción con las comunidades? ¿Sabrán que el posconflicto no era la sola desmovilización para que todo siguiera igual, sino una etapa en la cual se buscarían cambios estructurales para las causas sociales que originaron el conflicto?
Sin embargo, a pesar del desierto político, hay que defender el voto como conquista democrática. Voto programático sin populismos ni caudillismos, voto a conciencia y sin sancochos, voto informado así sea por el Doctor Blanco, porque cuando no hay más... mucho falta para que utilicemos esta herramienta sin presiones ni amenazas, que parece serán vencedoras en octubre; para que sea la verdad y no el éxito lo que importa; para que el bien común esté presente y no el voto de ignorantes políticos en cuerpo ajeno, mediando clanes familiares, como en el siglo XIX.
Adenda. ¿Qué tal el oso del Presidente Duque mostrando en la ONU fotografías viejas tomadas en el Cauca, como prueba de la presencia guerrillera hoy en Venzuela?