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opinion/columnistas/libardo leon-guarin
Lunes 07 de junio de 2021 - 12:00 PM

Sálvese quien pueda

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No se entiende cómo el fútbol, la rumba o el comercio terminan siendo prioritarios ante una pandemia que sigue escalando niveles agresivos, medidos en contagiados, muertos, servicios de salud colapsados y un 85% de la población sin vacuna. Encima un estallido social que, como señala Isaí Fuentes Galván en este diario, no se podrá salir de la crisis mientras no se reconozca que en el fondo hay un conflicto social permanente, evadido; se prefiere culpar a desadaptados, explotando la paranoia del “comunismo internacional” igual que hace 70 años, cuando el comunismo solo existió en la comunidad primitiva, para quienes entienden el abc de la economía política. Lo demás es asustar con el “coco” al cual nos acostumbraron para manejarnos con miedos: lloronas, brujas, infierno, el diablo, los masones, los protestantes, los conservadores, los liberales, los extraterrestres, el fin del mundo, otra vez los “comunistas” cada que aparecen protestas sociales por problemas secularmente desatendidos facilitadores del vandalismo, al cual nunca se debió llegar. La protesta anárquica no es causa sino efecto.

Pandemias como protestas sociales sin afectar a nadie no existen; en este caso es imperativo reconocer el conflicto social para no llegar al sálvese quien pueda, ni a minimizarlo con ofertas puntuales firmadas pero que ni siquiera por puntuales se cumplen, después de lograda la desmovilización; ni se trata el asunto de poner otro gobierno igual, de elegir gente joven o vieja, masculina, femenina o LGTB porque el problema no es de edad o sexo, sino de ideología acerca del papel del Estado en el bien común, que no significa necesariamente eliminar la propiedad privada sino regularla, en país de los más desiguales del mundo. La tarea debe comenzar ya, usando contenidos en la educación formal e informal; las reformas educativas no pueden consistir en cambiar muebles, computadores o edificar espacios. O en algo que me llena de espanto: considerar a un posgrado “un activo” económico contable alejado del servicio social, como opina EAFIT.

Adenda.- Burlados los Acuerdos de La Habana, quiero ser ingenuo: una pausa a las protestas sociales, renovables por promesas incumplidas, pactada ante garantes internacionales para dedicarnos todos con toda a contrarrestar la devastadora pandemia, podría ser una salida transitoria diferente al sálvese quien pueda del comercio cervecero: si no somos capaces de controlarla sobrios, menos borrachos.

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