Con cara gano yo...

En la presentación del libro La Costa Nostra, de la periodista Laura Ardila Arrieta, en la reciente edición de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2023, un espectador pidió la palabra, y voz en cuello, le recriminó a la escritora por haber revelado la truculenta historia del clan familiar de los Char en Barranquilla. Para el fulano el brillo adquirido por la capital del Atlántico en los últimos años justificaba cualquier cosa, incluso, que se pasara por encima de los límites de la decencia. El texto pone de manifiesto un entramado de factores que pasan por el narcotráfico, paramilitarismo, guerrilla, contratistas amarrados y políticos inescrupulosos, es decir, la suma de todos los males.

Tristemente el personaje de marras, violento en sus maneras, es la regla y no la excepción en una sociedad que normalizó hace tiempo la combinación de todas esas formas de ver cómo asaltar lo público. Sin ruborizarse siquiera. La misma historia se repite de región en región, allí en donde los clanes determinan como se reparten el poder para asegurarse, en esta vida y la otra, el traspaso de los cargos de elección popular.

En Santander el libreto es prácticamente el mismo, cambian los personajes, pero en esencia, las elecciones regionales tienen, desde hace veinte años, un sello particular: el clan Aguilar. No vale que resulten siempre como los gobernantes peor calificados, como el último panel de opinión de Cifras y Conceptos, en el cual Mauricio Aguilar aparece con la calificación más baja en la gestión de los gobernadores, o hayan sido condenados por la justicia, como su padre, Hugo Aguilar, o esté vinculado a un proceso de corrupción, como su medio hermano Richard.

Este diario reveló la semana anterior lo que pasa al interior del Palacio Amarillo, en donde ocurren reuniones de apoyo a la joven promesa de las viejas costumbres, Héctor Mantilla y, como quien no quiere la cosa queriendo, le apuestan a la seguridad del General. “No estoy participando en política y tampoco he dado ninguna directriz de apoyar o presionar a funcionarios y/o contratistas”, se defendió Aguilar. Con sello gano también...