martes 06 de junio de 2023 - 12:00 AM

Economía popular

Para que un trabajador colombiano, que gana el salario mínimo, alcance a acuñar $150 millones, en el hipotético caso de que esa suma le quede libre, tendrían que pasar más o menos nueve años.

La ahora exjefe de gabinete de Presidencia, Laura Sarabia, en el ojo del huracán por el confuso episodio de un supuesto robo de una suma aparentemente igual que guardaba en casa, estuvo semanas antes de que estallara el escándalo, que inmoló también al exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, concediendo entrevistas a diferentes medios de comunicación los cuales destacaron, entre otras cosas, el rápido ascenso al poder de quien hasta hace cuatro días era la sombra del mandatario.

El Tiempo y la versión para América Latina de El País de España, elaboraron sendos perfiles -uno tras otro- de la eficiente funcionaria, enalteciendo su origen y reproduciendo etiquetas, como la de ser considerada una de las 100 mujeres más poderosas en Colombia por la revista Forbes o “su edad ha provocado que a muchos se les mueva el peluquín”.

Sarabia, profesional en Ciencias Políticas, apenas alcanza los 29 años de edad. Su lugar en Palacio de Nariño se la ganó luego de acompañar a su mentor, el exembajador Benedetti, en la campaña presidencial del Pacto Histórico. “Así es como esta historia de dos se convierte en una de tres. Sarabia, Benedetti y Petro”. Por eso, al seguir el hilo cronológico desde el supuesto robo hasta la salida de los dos funcionarios, quedan muchas preguntas por responder sobre los hechos que al final dinamitaron esa relación.

Escuchas y filtraciones desplazaron del foco de atención la gruesa suma de dinero que, sin que ello configure un delito, permanecía en su residencia. ¿Sabía ya la alta funcionaria lo que le venía pierna arriba e intentó ‘lavar’ su imagen ante la inminencia del escándalo? Todo es posible cuando la realidad supera la ficción.

¿Cómo le explica usted a ese trabajador del primer párrafo que la famosa economía popular que pregona el actual Gobierno no es uno más de esos eslóganes que se van por el excusado? El episodio Sarabia-Benedetti no ayuda.

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