martes 27 de diciembre de 2022 - 12:00 AM

No pero sí

Hace cuatro años, luego de recibir la doble asesoría por parte del fondo privado de pensiones al cual estaba afiliado y de Colpensiones, respectivamente, tomé la decisión de cambiarme al régimen de prima media por reflejar claramente que mis aportes en el sistema de ahorro individual, en donde había cotizado hasta ese momento, me darían un margen más amplio en el fondo estatal a la hora de recibir la mesada pensional, haciendo los cálculos de mi retiro.

Hago parte de un sector privilegiado de la población que cuenta con la garantía, hasta ahora, de aspirar al derecho irrenunciable de recibir los recursos para vivir dignamente una vez cumpla con la edad de jubilación, que para los hombres es a los 62 años. No discuto que el país requiere de una reforma en este sector, como lo ha anunciado el actual Gobierno, con el fin de que más personas puedan tener acceso a su pensión de vejez.

Vengo justamente del momento en el cual, hace 30 años, el país cambió su sistema, cuando a los más jóvenes ni siquiera nos preocupaba porque la jubilación, en esos tiempos, era asunto de ‘viejos’. Pero hoy, tres décadas después, no dejan de inquietarme -como a millones de colombianos que ya vemos cerca ese momento- las declaraciones dadas el pasado 24 de diciembre por el presidente de Colpensiones, Jaime Dussán Calderón, de destinar recursos del ahorro pensional a megaobras de infraestructura y a, incluso, dejar un solo sistema pensional.

Dussán Calderón, un controvertido dirigente político y sindical ‘reencauchado’ por la administración Petro, cercano al condenado exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, y con notables incongruencias ideológicas en su trayectoria política, no resulta ser una prenda de garantía para el próximo debate. Sus declaraciones, suficientemente irresponsables, han puesto de nuevo al Gobierno a dar explicaciones en las que ‘no pero sí’.

Este es un asunto de todo el interés que requiere un debate con cabeza fría, pues está en juego nada menos que mi futuro, el suyo y el de los que vienen detrás, en un país en el que su población trabajadora envejece cada día más.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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