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Luis Pinilla Pinilla
Miércoles 22 de julio de 2020 - 12:00 PM

La Paz y Pacho De Roux

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Hay cosas que no se pueden dejar pasar y en éste caso es ignominia atacar a Pacho De Roux en la forma que lo hacen el representante Edward Rodríguez y el exministro de defensa Juan Carlos Pinzón. A Pacho lo conocí en Barrancabermeja, con el Sacerdote Eduardo Díaz, cuando lideraba el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, del que fue su fundador, que se sucedió en una zona violenta y, como lo dice un investigador, uno de los más cruentos escenarios de violencia del país. Este hombre sencillo y discreto, que ha “gastado” parte de su vida construyendo proyectos de trabajo asociativo de microempresas y espacios de paz con campesinos y comunidades vulnerables en las periferias geográficas y existenciales, hoy está empeñado en lograr el reconocimiento de las víctimas como ciudadanos que vieron sus derechos vulnerados y como sujetos políticos de importancia para la transformación del país. “Encontrar la verdad de la catástrofe –según el Centro de Memoria Histórica– es una descomunal tarea que adelanta la Comisión de la Verdad dirigida por el sacerdote jesuita en escenarios de violencia del país. Desde entonces lo llaman el apóstol de la paz y no les falta razón.” El Magdalena Medio fue por varias razones, una zona de violencia, por los intereses políticos, económicos y sociales que tenía aquel escenario.

El Centro Democrático, según Semana, mediante su representante del Centro Democrático, Edward Rodríguez, acompañó las críticas del Ex ministro Pinzón en el sentido de considerar que la Comisión de la Verdad del sacerdote De Roux no ha cumplido con su labor por lo que, además de irse lanza en ristre contra la entidad, le pidió la renuncia. Creo en Pacho De Roux como un hombre de valores firmes y sentido del otro como pocos, coherente con su manera de vivir con aquellos principios que motivan en él las relaciones humanas. Renuncia a las comunidades y vive en los sectores pobres de la ciudad donde comparte con las necesidades.

Como vimos y compartimos la lucha limpia, inteligente y colmada de sentido humano y cristiano, de mi amigo-hermano, el Sacerdote Eduardo Díaz, que fue similar a la que he visto de Pacho de Roux, como jesuita profesional, científico e hijo de Dios, pido también respeto y acogida para Pacho de Roux; no podemos permitir que una vocación, una entrega como la suya, en un país necesitado de amor, solidaridad y verdad, se diluyan en sentimientos mezquinos y torpes.

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