Todo apunta a que, a medida que vaya cediendo la pandemia, la polarización en el clima nacional no amainará. La reciente reunión de Juan Manuel Santos con la cúpula de las Farc e Iván Cepeda, el juicio al expresidente Uribe, el errático pero decidido andar del alcalde de Medellín con las entidades públicas del y, la frentera y subterránea relación entre Claudia López y el gobierno central prometen un espectáculo más animado que la final del mundial de fútbol.
Las dificultades del país desde lo político, incluidas las marchas que muchos jóvenes están esperando reiniciar, van a estar acompañadas de una difícil situación fiscal en la cual le será complicado maniobrar al gobierno central. Por esta razón, este va a tener que utilizar la liquidez con que cuenta de manera inteligente, no solamente inyectando fondos en la economía, sino haciéndolo de manera a que se genere empleo.
El ejemplo por excepción de esta situación es el de Avianca, empresa de socios extranjeros que opera sus aviones principalmente en Colombia. Claramente salvaguardar los veinte mil empleos que genera la compañía y garantizar la operación aérea en el país son prioridades de interés de la población en general y del gobierno en particular.
Desafortunadamente poco sabemos aún del paquete de ayuda que el gobierno planea extender a la aerolínea. Una vez que se conozcan las condiciones habrá que entender si las medidas están encaminadas a salvaguardar la operación aérea o, si, por el contrario, tienen como consecuencia beneficiar a los dueños de la compañía. Lo primero es loable, lo segundo no sería aceptable.
La operación de financiación de USD 370 millones planeada debe ir acompañada de condiciones extensas y precisas. La primera es que la aerolínea debe mantener el empleo. La segunda es que el préstamo que extiende el gobierno sea similar al que extendió United Airlines a Germán Efromovich hace poco tiempo. Si los accionistas de Avianca llegasen a incumplir alguna de las condiciones pactadas, las acciones de la empresa deben pasar a ser propiedad del gobierno de manera automática.
