Recuerdo que en mi infancia, en un centro comercial cercano a casa, una pizzería pintó sus vidrios de negro dejando dos aperturas para que los pasantes pudiesen observar desde afuera como los comensales se deleitaban con su delicioso manjar. No pasó un mes para que, ante la desaprobación de la comunidad, los vidrios volvieran a ser transparentes.
En esta época de reactivación económica son muchos los que pasan hambre y observan, como en la pizzería de mi infancia, a los otros que comen a sus anchas. Las empresas pequeñas, principales generadores de empleo en Colombia, han recibido el apoyo del gobierno central con sus subsidios a la nómina, aplazamientos menores de parte de impuestos de los gobiernos locales, pero brilla por su ausencia el aporte de dos tipos de entidades que deberían estar en primera línea ayudando a los empresarios: las cámaras de comercio y las cajas de compensación.
Por ejemplo, no se ha visto por parte de la Cámara de Comercio de Bogotá, que recibió en 2019 más de doscientos veinte mil millones de pesos en ingresos por registro mercantil, gasta más de ciento cincuenta mil millones en gastos de personal (de los cuales 43 mil millones en salarios integrales) y ha construido recintos magnificentes para convenciones con los excedentes, alivio alguno para las sufridas empresas de la capital.
Tampoco ha sido el caso de las cámaras de Bucaramanga, Cali, Barranquilla o Medellín, que se limitaron a facilitar acuerdos de pago. Es hora de que las Cámaras de Comercio se pellizquen y rebajen sus gastos y los cobros a sus afiliados, que muchos interpretan como un impuesto.
Por otro lado, las cajas de compensación, que reciben el 4% de las nóminas del país, no han hecho esfuerzos mayores para ayudar a sus empresas afiliadas. Si bien sus ingresos deben haber disminuido y la ayuda a los desempleados se ha incrementado en pandemia, es el momento para manifestarse respaldando económicamente a los empresarios que aportan, cumpliendo con la normativa vigente. Como dicen los campesinos, las vacas están para ordeñarse cuando están gordas.
