domingo 28 de mayo de 2023 - 12:00 AM

¿Delito de funcionario?

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Columna de
Marc Eichmann

Los funcionarios públicos comunican en nombre del Estado. Cuando un alcalde habla, habla en representación de la ciudad y cuando un presidente habla, habla en representación de la rama Ejecutiva.

Antes de ser políticos en búsqueda de una reelección o que le vaya bien a su partido, los funcionarios públicos tienen una responsabilidad como gobernantes y por lo tanto deben gobernar para todos los colombianos. Así mismo se deben a todos los colombianos cuando comunican, no pueden limitar el acceso a la voz del Estado exclusivamente a las personas que les van con cantos de sirena con respecto a su gestión.

El presidente Petro es un ejemplo en ese sentido. A pesar de la desaprobación a muchos de los mensajes que envía por Twitter, no bloquea a ninguno de sus opositores, actúa como presidente de todos los colombianos. Permite que todos los colombianos reciban sus mensajes, sin distinción de raza, orientación sexual, política o religiosa. Un ejemplo en ese sentido.

No se puede decir lo mismo de otros funcionarios públicos. Por ejemplo, la ANH, en su cuenta oficial, ha bloqueado a múltiples críticos sin dar razón. Cecilia López, como ministra, no actuó bien, pudiéndose identificar como la reina de los bloqueos. En la misma dirección actúan los congresistas Roy Barreras e Iván Cepeda, que bloquean a quiénes no piensan como ellos, limitando el acceso a la información oficial que por medio de sus cuentas transmiten. En la Alcaldía de Bucaramanga y en la Gobernación de Santander no faltan los ejemplos de funcionarios que bloquean a otros colombianos.

Sin embargo, el campeón del bloqueo es el polémico alcalde de Medellín, Daniel Quintero, que constantemente acusa a terceros desde su posición oficial de alcalde y ni siquiera les permite enterarse de sus diatribas. Una actitud cobarde y presuntamente ilegal que merecería que la personería de Medellín y la Procuraduría General de la Nación actúen. Su aliada política, la aspirante a la alcaldía de Medellín, Paulina Aguinaga, tiene la misma manía. Aspirantes como ella a cargos de elección popular demuestran desde su campaña como actuarían de ser elegidos.

Lo más acertado sería que el presidente, los alcaldes y gobernadores en un acto democrático den la instrucción firme a sus funcionarios de no bloquear a nadie en redes sociales y que, desde el congreso, se regule este importante hito de participación ciudadana.

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