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opinion/columnistas/marc eichmann
Sábado 07 de enero de 2023 - 12:00 PM

Presida presidente

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Las empresas que se desempeñan apropiadamente tienen una estrategia con la que crean valor para sus constituyentes y que estos puedan tener un mejor nivel de vida. Esa estrategia posteriormente se aterriza en la asignación de responsabilidades a sus ejecutivos en acciones tácticas concretas, que le permiten hacer de la estrategia una realidad. En la medida en que el ejecutivo no tenga las atribuciones o las capacidades de los ejecutivos no sean suficientes para operacionalizar la estrategia, esta queda absolutamente desvirtuada, generando pérdida a sus accionistas, despidos a sus trabajadores y dificultades a la comunidad.

En el Estado pasa algo similar. El gobierno debe tener un plan de gobierno, que se decanta en acciones tácticas y, ministros y funcionarios responsables de su ejecución. La estrategia del gobierno para traer bienestar a los habitantes en principio está definida por las promesas de campaña que definen principalmente cómo se va a lograr. El plan táctico que aterriza la estrategia está definido por Planeación Nacional, que lo aterriza en un presupuesto y los diferentes documentos Compes. El presidente y los ministros se encargan se hacer realidad ese plan táctico.

El problema que hemos tenido en Colombia es que al escoger nuestros dirigentes nos enfocamos solo en lo primero, en el plan de gobierno que es básicamente conceptual. Poco consideramos la idoneidad de los candidatos de formar un equipo de trabajo que sea capaz de ejecutar las políticas de manera eficiente, es decir, de manera que realmente influencien a la población de manera positiva.

El equipo actual de Gobierno, si bien identificó la voluntad de cambio en las preferencias de la población, ha demostrado no tener capacidad de aterrizar un plan táctico y mucho menos de ejecutarlo. Ejemplos dicientes son la ministra de Minas, la directora del ICBF, la ministra de Salud, el embajador en Venezuela y muchos más funcionarios que han demostrado su falta de capacidad de hacer las políticas una realidad.

Quien elige los funcionarios públicos es el presidente. Ya Gustavo Petro como alcalde había demostrado dificultades en este aparte siendo alcalde de Bogotá. Un presidente está lejos de lograr sus objetivos basado en su capacidad política exclusivamente: necesita tener capacidad gerencial.

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