Los socorranos soñaron por muchos años con tener un acueducto que les brinde el servicio de agua potable a la comunidad; ese sueño finalmente se cumpliría a partir del 13 de marzo de 2013, día en el que se dio inicio a la tan anhelada construcción del Acueducto de la Cinco Mil.
Los días y los meses pasaron y cada vez la esperanza de tener agua potable estaba más lejos, no había acueducto a la vista; múltiples problemas se presentaron, el sueño de tener agua potable se esfumaba.
La lista de inconvenientes presentados es larga: fallas en la planeación, irregularidades en la ejecución e imprevistos; el proyecto se desarrolló sin los permisos ambientales requeridos, por lo cual la CAS abrió investigación en el 2016; además contó con una suspensión por avalancha. Varios factores jugaron en contra de toda la obra.
Es así como la obra lleva mas de 6 años ejecutándose y ha costado más de lo planeado. Inicialmente se presupuestaron $26.140 millones y hoy la cuenta va en más de $49.105 millones.
La entrega inicial se había previsto para el 12 de abril de 2015, pero por problemas de planeación no fue posible, más adelante y con la obra ya avanzada se habló de la entrega para el 30 septiembre de 2018; luego el ministerio de Vivienda anunció la entrega para octubre del mismo año; después se dijo que la entrega sería en el primer semestre de 2019, pero la obra necesita 5 meses más para ser culminada en octubre de 2019. ¿Tendrán los socorranos su acueducto para esa fecha?
Historias como la del acueducto de la Cinco Mil en Socorro existen en todo Santander, algunas de ellas no han tenido final feliz, en algunos casos las obras fueron contratadas con inversiones millonarias y no prestan servicio alguno a la comunidad; elefantes blancos que se han convertido en monumentos a la desidia y a la corrupción, como es el caso del Centro de Acopio de Barbosa en la antigua estación del tren, el acueducto de Barichara, el embalse de la Pampa en Villanueva, entre otros.
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