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Maria Juliana Acebedo
Sábado 04 de mayo de 2019 - 12:00 PM

Hisgaura en el limbo

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En septiembre de 2018 corrían las noticias sobre el puente “arrugado” en Santander, las noticias sobre las ondulaciones del puente sonaban tan descabelladas, que podría pensarse que era información escrita por algún portal de noticias falsas; el escándalo es tan grande que el puente Hisgaura, o “el acordeón” como lo llaman a manera de burla, pasó a la historia como una gran vergüenza de la infraestructura en Colombia, y que por ahora, está lejos de tener una solución definitiva a tantos problemas presentados desde la planeación, contratación y construcción.

Parece un problema de nunca acabar, además de las innumerables dificultades para recibir la obra, se suma el más reciente informe de la Contraloría General en donde se evidencian varios hallazgos administrativos, fiscales y disciplinarios en torno al megaproyecto, veamos:

Para empezar, tenemos mayores costos por ampliación del plazo contractual, generando así ajustes a los precios unitarios y una mayor permanencia en obra de la interventoría, con más de $3.000 millones en costos adicionales; inversiones por más de $1.800 millones en La Judía y más de $119 millones en el sitio crítico 43, por obras previas a la construcción de los puentes faltantes, estas obras prácticamente se perdieron pues el contratista alega que los diseños son inviables.

Además, un costo de mantenimiento excesivo por cuenta de los errores constructivos presentados, más de $6.470 millones en mantenimiento no estimado originalmente; para rematar, los puentes atirantados requieren instrumentos especializados para el monitoreo permanente de su estructura, los cuales ya fueron instalados por un valor superior a los $1.800 millones, pero no hay quien los opere, ni equipos de computo, ni energía, ni internet, de esta manera los equipos quedan a merced de su deterioro natural.

Al Fondo Adaptación “le quedó grande” el manejo de la obra. Al paso que vamos la lista de costos adicionales con seguridad aumentará. El INVIAS debe asumir de una vez por todas el destino de la obra sin excusas, la Dirección Territorial INVIAS Santander, hizo el acompañamiento durante todo el proyecto, ¿por qué nunca advirtieron los problemas constructivos? Se necesitan soluciones concretas!

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