No podemos confiarnos y olvidar que el descuido de nuestras obras de infraestructura, en cualquier momento pueden desencadenar consecuencias catastróficas, pues son elementos fundamentales de la vida urbana que pueden o no estar en riesgo.
Las perspectivas para el año entrante son sombrías, pues cuando bajan las tasas pasan varios meses antes de que el sector productivo sienta el efecto benéfico.
La economía colombiana decreció por primera vez en este siglo, con excepción de la recesión de la pandemia, al registrar el PIB una tasa de crecimiento negativa de -0.3%.
Se ha propuesto que como el petróleo es colombiano se le pague menos a Ecopetrol para que el FEPC no tenga déficit que deba ser cubierto con recursos públicos. Es tapar un hueco abriendo otro, porque entonces se disminuirían las utilidades del Ecopetrol.