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Miguel Angel Pedraza
Sábado 20 de febrero de 2021 - 12:00 PM

La fiestica de los contralores

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Los anuncios oficiales indican que la próxima semana se celebrará en Bucaramanga el V Congreso Nacional de Contralores, organizado por el Contralor General de Santander, Carlos Fernando Pérez, y con la presencia de Felipe Córdoba como contralor general y Alma Carmenza Erazo como auditora. ¡Importantes personajes! El programa del congreso es genial: cena y coctel de bienvenida en el Hotel “Punta Diamante” de Ruitoque Golf, el martes; conferencias en el auditorio “Luis A. Calvo” de la UIS, el miércoles; visita al “Cerro del Santísimo”, el jueves, y visita al Parque Nacional del Chicamocha, el viernes, cerrando con una muestra gastronómica típica ese mismo día, pero en Barichara. ¡De maravilla! Todo un paseo, una “fiestica” para los contralores territoriales del país, y también para el disfrute de algunos alcaldes e invitados. Anuncian una concurrencia de más de 150 personas para participar del jolgorio disfrazado de evento académico. Dicen que nos visitarán 60 contralores de todo el país, 50 alcaldes, 40 funcionarios, 20 gerentes de empresas sociales del Estado y unos 20 invitados especiales. Absurdo, por decir lo menos, e impresentable y vergonzoso que en plena pandemia, con la crisis económica y social a nuestras espaldas, con la quiebra de negocios y la pérdida de empleos, los contralores de este país, encabezados por el Contralor General, se dediquen al turismo y la camaradería mientras disimulan estar capacitándose escuchando unas conferencias sobre control fiscal y régimen disciplinario. ¡Tan estudiosos esos señores!

Aunque no tenemos un dato exacto sobre el presupuesto del evento, se advierte claramente que no puede ser menor. Bastantes milloncitos se gastarán en el convite, mientras discuten con “francachela y comilona” sobre las grandes transformaciones que requiere este país. Más que un congreso, este evento parece un festejo. Pero en realidad es un desafío para la gente común: mientras el pueblo está jodido, nosotros los contralores disfrutamos, paseamos, gozamos y nos gastamos una buena suma de dinero. No importa la pandemia, qué importa la crisis, la gente es la que está pasando hambre, no nosotros. Algo así están transmitiendo estos controvertidos contralores. ¡Qué vergüenza!

Aparte: la seguridad y vigilancia en la Dirección de Tránsito hoy más que nunca requiere ser muy estricta. Exigirle a los proponentes una experiencia en vigilancia de patios no parece descabellado. Es exigir idoneidad.

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