La semana pasada se conoció la noticia de la citación a audiencia de imputación y de medida de aseguramiento por cuenta de la Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema en contra del actual Gobernador de Santander, Dídier Tavera, por las irregularidades en el contrato del Plan de Alimentación Escolar (PAE) del año 2016.
Ese controvertido contrato, acuérdense, es el de los tamales a $30.000 ofrecidos por una empresa de grúas, o el de las frutas y verduras ofertadas por entidades inexistentes. Ese contrato, además, fue producto de una licitación con único oferente, en donde todo estaba servido para que quedara en manos de la cuestionada empresa contratista “Surcolombiana de Inversiones”, como en efecto sucedió.
Por ese contrato estuvo detenida la secretaria de educación de la época, quien actualmente enfrenta su juicio en libertad; y por ese negocio contractual fue condenado penalmente Germán Trujillo, el denominado “zar del PAE”, quien además devolvió una suma de dinero aceptando los delitos. ¡Qué dolor de cabeza para Dídier!
En esas circunstancias y con esos antecedentes, no resulta muy favorable el pronóstico sobre la situación judicial del mandatario regional, sin desconocer que tiene derecho a defenderse, que en materia penal la responsabilidad es personalísima y que se presume su inocencia como derecho constitucional. Sin embargo, siempre quedó en el ambiente esa fea sensación de impunidad debido a que todos los involucrados en la contratación estaban presos, pero a Tavera nada le pasaba.
Difícil momento para el señor Gobernador, antes de la terminación de su mandato. Un mandato que no gozó de mucho reconocimiento, a pesar de la cantidad de obras entregadas en las provincias y de su buena conexión con el gobierno central, según informa la propaganda oficial. Un mandato que pudo brillar mucho más, pero que lamentablemente siempre se movió entre las sombras del poder absoluto del gobernante y una contratación estatal direccionada, presuntamente indebida.
“El Estado soy yo”, dijo Tavera. “Y los tamales también los compro yo”, replicó su ego.
APARTE: reconocimientos al periodista y columnista Yesid Lancheros por su nombramiento como editor político de la revista Semana. ¡Alto perfil!
