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Miguel Angel Pedraza
Sábado 21 de enero de 2023 - 12:00 PM

Quién responde por la corrupción en Indersantander

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Cada día se van sabiendo más detalles acerca de la contratación corrupta en el Instituto de Deportes de Santander, en especial con relación a la nefasta contratación con la “Corporación SOTEA”, la entidad que se prestó para el negocio turbio del suministro de raquetas de tenis a unos precios elevadísimos.

Sí, la misma firma contratista que se dedica a ofrecer soluciones técnicas, agropecuarias y ambientales, pero que aterrizó en el departamento para implementar en el Indersantander unos “programas de escuelas de especialización deportiva”. Sí, tal como lo están leyendo, unos expertos agropecuarios ofreciendo servicios deportivos.

Por eso mismo era necesario averiguar por la experiencia que acreditó esa Corporación ante el instituto en temas relacionados con programas y capacitaciones deportivas, y entonces las sorpresas no se hicieron esperar: acreditó dos contratos, uno en Mutatá (Antioquia) sobre actividades lúdicas y pedagógicas para la prevención de problemáticas de infancia; y otro en Piendamó (Cauca) sobre actividades de salud mental y hábitos saludables. En realidad, nada que ver con especialización deportiva.

Pero lo grave no es esa desconexión. Lo grave es que todo parece indicar que esa experiencia se acreditó falsamente, pues la propia Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Mutatá certificó que en sus archivos no existe ningún convenio con la “Corporación SOTEA” para la realización de actividades de prevención sobre problemáticas de infancia. Y del municipio de Piendamó certificaron algo similar en relación con el supuesto convenio para la realización de actividades de promoción de la salud mental, hábitos y estilos de vida. ¡Qué tramposos!

Y en el Indersantander nadie vio eso, nadie se tomó la molestia de indagar, nadie corroboró esa experiencia, ni el comité evaluador ni nadie, seguramente porque ya todo estaba arreglado desde la dirección del instituto o desde la propia Gobernación de Santander. O fue el gobernador Mauricio Aguilar, directa o indirectamente, el que trajo a “SOTEA” a Santander o fue Pedro Belén Carrillo su contacto, pero que no nos vengan con el cuento de que esa empresa sin idoneidad se ganó el contrato en franca lid. Y lo peor, para robarse un poco de plata facturando raquetas de tenis por más de $3 millones.

Alguien debe responder por la corrupción rampante en ese instituto, siendo innegable que el gobernador Aguilar protege a Pedro Carrillo. ¿Entonces, quién responde?

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