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opinion/columnistas/miguel angel-pedraza
Sábado 25 de abril de 2020 - 12:00 PM

Un hágase oír equivocado

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El pasado viernes 17 de abril en el espacio “Hágase oír” de este periódico se publicó una carta enviada por un lector de nombre Guillermo Beltrán, quien palabras más palabras menos, cuestionaba la razón por la cual no obligaban a los estudiantes de últimos semestres de medicina de la Unab y de la Udes a realizar sus prácticas en esta emergencia de salud, como sí estaban obligando a los estudiantes de la UIS.

Además, dejaba entrever el lector un sesgo clasista por razón de la universidad a la que pertenecen, indicando que esos estudiantes “pareciera como si fueran intocables”, conminando a sus padres a que si no quieren que sus hijos colaboren, entonces “deberían comprarle la dotación completa de seguridad médica a los estudiantes de la UIS para atender la emergencia y ayudar a pagar parte de los salarios”.

La publicación de esa “carta”, cuya posición corresponde exclusivamente a ese lector, causó especial revuelo y molestia en el cuerpo médico de esas universidades, considerando no solo equivocado el mensaje sino además, totalmente alejado de la realidad en las circunstancias actuales de la crisis sanitaria y el compromiso absoluto de todos los médicos para atender pacientes de “COVID-19” y también los restantes servicios que no pueden dejar de funcionar, como medicina general, cirugía, ginecología, pediatría y demás.

Es así como por el lado de la Unab, por lo menos, alrededor de 270 personas, entre médicos internos, residentes y docentes, se encuentran desempeñando un papel fundamental en diferentes instituciones de salud como la Foscal, el Hospital Local del Norte y la Unidad Materno Infantil Santa Teresita, cumpliendo sus funciones con el mayor cuidado y protección posible, a riesgo incluso del contagio y de su propia vida. De paso, esos practicantes y residentes rechazan la promoción de ideas elitistas, en cuanto solo los inspira el servicio a la comunidad y su compromiso moral y ético, acatando obviamente las órdenes gubernamentales.

Es evidente que el lector Guillermo Beltrán está bastante equivocado o desinformado, y aunque tiene derecho a expresar su opinión libremente, en esta ocasión lastimó la integridad profesional del cuerpo médico de esas instituciones educativas, incluida la UIS, quienes hoy más que nunca merecen respeto, respaldo y la admiración de la sociedad entera. ¡Es así!

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