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Mónica María Moreno Mesa
Martes 30 de octubre de 2018 - 12:00 PM

Amor en tiempos de chat

Ante un juez de Garantías de la Uri de Kennedy, la Fiscalía le imputó cargos por homicidio preterintencional al taxista Camilo Andrés Romero, de 28 años, que le habría causado la muerte a su pasajero por los golpes que le propinó.

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monicamariam@gmail.com

Me enteré en un video, de los que pasan por redes, que la generación que mandaba cartas está en vía de extinción. Vi que muchos de los jóvenes de hoy no conocen una estampilla, nunca han escrito una nota de amor o ni siquiera han usado un teléfono fijo para llamar a sus amigos. Incluso, que ahora ya nadie habla por celular ‘largo y tendido’, solo lo básico y el resto por chat. Reconozco que soy de las que ama el chat, poco me gusta el teléfono. Pero también debo decir que prefiero mil veces mirar a los ojos, reírme, tomarme un café y sacar cualquier excusa para encontrarme con mis amigos. También ha cambiado la búsqueda de pareja. Un like de alguien que nos guste ya genera un coqueteo. Conozco “casos de éxito” a través de las redes o las plataformas especializadas. Es gente maravillosa que se cansó de esperar la cita perfecta y, con miedo, se arriesgó a poner su perfil. Muchos tuvieron encuentros desastrosos hasta que llegó el que era. Esas historias me encantan, y más si les ocurre a personas mayores. El otro día esperaba a un compañero de trabajo y al lado mío estaba una pareja que se había encontrado por Tinder. Ella dijo que era su primera cita por esa aplicación. Él, más experimentado, le contaba que con ella ya llevaba tres, pero que con las anteriores no hubo química. Yo no pude dejar de oír. Me encantó que, a pesar de los evidentes nervios, ella aceptara pedir una botella de vino. Así pasaron horas y horas. Yo terminé mi cita y ellos seguían. Antes de irme quise abrazarlos y desearles suerte, quise que me invitaran a su próximo encuentro. Me encanta la gente que se arriesga, que cree en el amor y no espera a que le timbre a la puerta. Admiro a los que a pesar del temor, son capaces de tener una cita a ciegas. Muchas personas se quejan de la soledad en la que viven, pero ‘editan’ a cuanta pareja se les pasa por el frente: que gordo, que feo, que no tiene plata, que tiene mucha, que es muy exitoso o que es un fracasado... ¡Todo! Creo que es por el físico miedo a perder. Así que si están solos, salgan, compartan, vivan. Uno no sabe dónde va a encontrar el amor de su vida. Es mejor siempre arrepentirse por arriesgarse que arrepentirse por quedarse viendo Netflix. Aunque es más seguro, es menos emocionante. Y a la vida hay que pintarla de eso, de emociones.

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