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A Santander nunca le toca
Con amplia acogida fue recibida la convocatoria del gobierno del cambio de Gustavo Petro y el Departamento Nacional de Planeación, a participar en la formulación participativa en los llamados Diálogos regionales vinculantes para proponer iniciativas de proyectos de los territorios, al Plan nacional de desarrollo 2022-2026 que define el marco legal del plan de inversiones del gobierno nacional por $1.154 billones para los próximos 4 años.
Santander tiene oportunidad de cambio frente al abandono sistemático que ha sufrido por distintos gobiernos. Hay una deuda acumulada que Santander reclama al gobierno nacional y que se consigna en los distintos proyectos que contienen positivos impactos, fundamentación técnica y soluciones estructurantes largamente aplazadas; así, fueron presentados al gobierno nacional para su inclusión y articulación a los ejes estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida” que actualmente se discute en el congreso de la república.
Por voz autorizada de Planeación Nacional en reciente foro, se informó que los principales proyectos de Santander han sido eliminados del proyecto de ley del plan de desarrollo; eliminada la esperanza de recuperar el tren que desde Bucaramanga nos conectaría con el sistema ferroviario nacional para el turismo y el transporte de carga, la carretera hacia Cúcuta por el Escorial que nos dinamizaría el transporte y comercio con Venezuela tampoco ha sido incluido, el anillo vial externo para el Área Metropolitana de Bucaramanga que aliviaría la congestión y accidentalidad vial, no se incluyó. El proyecto de modernización vial para la conectividad y desarrollo de las provincias no aparece. El programa de desarrollo agroindustrial tampoco, el campo seguirá en la pobreza, la violencia y el atraso productivo que registra el censo nacional agropecuario.
De esta manera la relación Nación-Región parece que seguirá siendo asimétrica, injusta entre el poder centralita y nuestro territorio que aporta al país riquezas petroleras, tierras, trabajo y educación. ¿Quién explica esta nueva frustración? ¿Seguiremos en altos niveles de atraso socioeconómico y cultural, altos niveles de desnutrición, pobreza multidimensional, informalidad y empleo de mala calidad?
Preguntamos a los congresistas, ¿Y a Santander cuando le tocará?
Jcastellanospulido17@gmail.com