jueves 06 de julio de 2023 - 12:00 AM

Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana

La vida y la paz, en la mira de francotiradores

En vísperas de elecciones territoriales la opinión nacional y regional advierte con alarma las dinámicas de violencias armadas que se destacan en la gran mayoría de regiones y territorios urbanos y rurales, incluidas las grandes ciudades como Bogotá, Buenaventura, Cali, Barranquilla, Medellín, Barrancabermeja, Cúcuta y Bucaramanga.

Con distintas denominaciones, autodefensas gaitanistas, clan del golfo, disidencias de la farc, ELN, narcotraficantes, están movidas ilegalmente por el afán de lucro y el poder de control de población, riqueza y territorios.

Dichas estructuras de grupos armados ilegales pretenden imponer el miedo y el sometimiento a las comunidades locales a través de la extorción, el secuestro, el sicariato, la masacre, el despojo y el desplazamiento forzado, como eslabones de un propósito autoritario de control territorial.

En medio de este desafío nuestra región santandereana y Colombia entera, no puede renunciar a construir democráticamente los signos del cambio para el buen vivir en paz. Es preciso un propósito de unidad regional para la paz. El progreso vendrá con una ciudadanía movilizada capaz de vencer la desesperanza y de respaldar el diálogo para la paz total que ha ofrecido el gobierno de Gustavo Petro.

Las autoridades legítimas a nivel territorial y municipal deberían atender la pertinencia de fortalecer y construir una política de paz y convivencia concertada, de participación real y efectiva para la prevención, protección y desarrollo humano de la población.

Más allá de repetidas peticiones de militarización, se requieren acciones y programas estructurantes con medidas de protección a las juventudes en riesgo de reclutamiento, de cooptación al microtráfico, oportunidades de ingresos y empleos de calidad, comités locales y departamentales de ddhh con programas educativos y cultura de paz y democracia.

La paz no se construye solo con acuerdos en la habana entre el ELN y el gobierno nacional, también se construye con una sociedad que se movilice reclamando el derecho a vivir en paz, a manifestar el rechazo a todo acto de violencia que atente contra la vida de cualquier ciudadano, trabajador, campesino, mujer, empresario, policía, soldado, y cualquier atentado contra el patrimonio público, pues son atentados contra la sociedad.

Jcastellanospulido17@gmail.com

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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