El presidente Gustavo Petro, quizás forzado en parte por los últimos resultados de la economía que ha mostrado índices preocupantes,...
Oscar Jahir Hernández
Gracias Vicky Dávila
Quien no ha visto llorar a Vicky Dávila en sus momentos más íntimos de dolor, no puede entender la motivación de sus luchas y la perseverancia que caracteriza su vida. Son muchas las personas que no están de acuerdo con su trabajo, pero contradictoriamente son ellas mismas las que terminan reconociendo que existe. ¡Y vaya que existe! No sé cuantos logros o desaciertos haya tenido en su vida como periodista, pero lo que si sé, es que una frase suya es el motivo de inspiración para que esta columna de opinión comience a convertirse en un espacio de transformación social en el corazón mismo de los barrios de nuestras ciudades y los pueblos de nuestro departamento: “El fin del periodismo es servirle a la gente”. Esta frase revela el motivo por el cual cada día me alejo más de mi profesión y me empeño semanalmente con el alma para que estas 350 palabras logren un cambio en la sociedad. Cada día que pasa son 24 horas menos que se restan de mi existencia, y en lo único que puedo pensar es que mi vida ganaría más sentido si logro ponerla al servicio de los demás. Por eso le agradezco a Vicky que en medio de su risa y del canto que le heredó a su padre, tenga la generosidad de comprometerse con amor por un país como el nuestro. Su ejemplo y la recomendación que una semana atrás me dio un hombre a quien aprecio en su integridad, me obligan a construir un trabajo social con mis lectores y la sociedad misma. Por eso he decidido compartir mi conocimiento a través de la realización de talleres pedagógicos sobre periodismo investigativo y participación democrática en cada barrio y cada pueblo que quiera recibirme. Esta columna la escribiremos entre todos, y lo que resulte de ello, no será otra cosa más que el sentimiento de un pueblo que clama una verdadera atención por parte de sus gobernantes. Por eso mi querida Vicky, es ahora cuando necesitamos de tu ayuda y atención. Próxima columna: El “Niño” protegido de Didier Tavera.