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Oscar Jahir Hernández
Miércoles 13 de marzo de 2019 - 12:00 PM

Una mafia al servicio de una curaduría

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José Ángel Mora Gómez, quien se hace pasar como “veedor urbano”, se ha dedicado en los últimos meses a demandar construcciones sin licencia en el municipio de Piedecuesta. El problema no es que lo haga, el verdadero problema es que ese sujeto no existe. Quien se lo inventó fue el ingeniero Civil Cristian Castellanos Morales, a quien ya lo llaman el “extorsionista del ladrillo”. Su manera de operar es la siguiente: recorre el municipio identificando obras de construcción para ofrecerle a los dueños sus servicios, y cuando no lo contratan aparece en la escena un “veedor” que denuncia la actividad en la Inspección Tercera de Policía exigiendo el sellamiento y la imposición de multas. Lo que no saben los ciudadanos es que el denunciante es el mismo ingeniero, quien aprovechándose de las necesidades de personas como José Antonio Hernández Barragán, un vendedor de aguacates de 28 años con problemas de drogadicción, les ofrece doscientos mil pesos para que le firmen las falsas denuncias que el mismo elabora en su oficina del Barrio Junín, colocando como dirección de notificaciones el correo veedoresurbanos@gmail.com que maneja desde su propio celular. Una vez hecho esto, el ilustre ingeniero le propone al infractor tramitar ante la curaduría una licencia de reconocimiento de la edificación en proceso de construcción para solucionarle los problemas que él mismo le creó. Una farsa que concluiría muy bien si no fuera por la inspectora Natalia Rojas Mayor, quien con una honestidad inquebrantable decidió no prestarse al juego que significan estas vergonzosas actuaciones. Por eso no comparto que algunas personas auspiciantes de esta mafia, se atrevan a solicitarle en reuniones privadas al alcalde la destitución de esa funcionaria y el desmantelamiento de su equipo de trabajo para poder sustituirlo muy seguramente con profesionales más complacientes con la ilegalidad. La administración de Danny Ramírez debe rechazar el accionar de estos bandidos, valorar la decencia de sus funcionarios, y controlar a ciertos personajes en Planeación.

Adenda: Alcalde Héctor Mantilla, cuéntenos de dónde van a salir los 5.000 millones de pesos adicionales para el intercambiador de Fátima.

Próxima Columna: Una vergonzosa candidatura en Girón.

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